Tras un año de estancia en GREFA (en el que ha sido de gran ayuda para “enseñar” a comer a otros ejemplares de su misma especie) y gracias al esfuerzo de todo el personal y voluntarios del Hospital, el animal ha recuperado su plumaje completo y su comportamiento natural, “asalvajándose” de nuevo, emprendiendo hoy su viaje a tierras africanas, donde pasará el invierno.

El otro ejemplar ingresó gracias a que un particular la localizó en su finca donde varias urracas la estaban acosando. Pudimos comprobar que presentaba un traumatismo en la espalda que le había provocado una fisura en una escápula y tras varios días de tratamiento pudo ser trasladada al voladero de rehabilitación donde ha permanecido en musculación hasta el día de hoy.
 
Este el final feliz que deseamos para todos los animales que ingresan en GREFA. Es el reflejo del incesante trabajo del Equipo de Rescate, de todos los colaboradores que localizan a los ejemplares heridos y se toman la molestia de dar el aviso o acercarlos al Hospital y de todos los voluntarios que de forma desinteresada trabajan muy duro para sacarlos adelante, en todas las fases de su paso por el Centro de Recuperación de GREFA. Gracias a todos.

Y a las admirables águilas calzadas: ¡mucha suerte con la migración!

Águila calzada recién liberada por una voluntaria de Enfermería