Con más de 30 años de intensa actividad de conservación en esta región, desde GREFA nos sentimos legitimados para unirnos a la alerta social generada ante los impactos que estas minerías provocan sobre la fauna, la flora, los recursos hídricos y el medio natural en general. Consideramos que son totalmente incompatibles con las políticas de desarrollo sostenible que deben implementarse para armonizar el desarrollo económico con la protección de los recursos naturales y el futuro de la zona.

Para GREFA, las concesiones mineras otorgadas por la Junta de Castilla-La Mancha para la extracción de tierras raras a cielo abierto en una zona que abarca más de 23.000 hectáreas, representan un serio revés para las acciones de conservación de especies con las que nuestra ONG trabaja desde 1985, como el águila imperial, el águila perdicera, el cernícalo primilla o diversas especies esteparias de interés comunitario.

La actividad minera a cielo abierto solo beneficia a intereses particulares, pero no generales, y supone un modelo antagónico del tipo de economías sostenibles que deben implementarse en áreas de alta sensibilidad ecológica, como en este caso, que afectan a Zonas de Especial Protección para las Aves (ZEPA) y a espacios como el Parque Nacional de Cabañeros y diversas zonas húmedas de Castilla-La Mancha por la ingente cantidad de agua que las extracciones requieren.

Por estos motivos, GREFA secunda las reivindicaciones de la Plataforma Sí a la Tierra Viva, de las organizaciones agrarias y sociales convocantes a la manifestación del próximo sábado en Torrenueva, y se suma a los posicionamientos de otras ONG medioambientales que también asistirán a la concentración, como Greenpeace, WWF, SEO/Birdlife, Ecologistas en Acción y Amigos de la Tierra.