El pasado 26 de junio han sido dictadas dos sentencias por los juzgados de lo contencioso nº 1 y nº 2 de Albacete, contra Iberdrola, donde se reafirma la sanción y la indemnización por la pérdida de fauna protegida que le impuso en su día la Junta de Castilla-La Mancha por sendos casos de electrocuciones. Además, se obliga a la compañía eléctrica a pagar las costas del proceso. Es más, Iberdrola está obligada, ya sin posibilidad de recurrir, a resarcir el daño a la fauna causado por sus instalaciones.

Uno de los casos trata de la muerte de cuatro buitres leonados y el otro de siete cigüeñas blancas. Si bien nos felicitamos de que las muertes por causas antrópicas de especies protegidas no queden impunes, creemos que el camino viene de la mano de obligar a las compañías eléctricas a tener sus redes de abastecimiento en condiciones óptimas para evitar una de las principales causas de mortalidad no natural de gran parte de las aves ibéricas. Así lo atestigua la Ley de Responsabilidad Medioambiental (Ley 26/2007) que obliga a los operadores a prevenir, evitar y reparar los daños medioambientales que puedan provocar en sus actividades.

Queremos remarcar que se conocen los puntos y las formas para prevenir esta amenaza para la fauna y sólo hay que ponerse en marcha.