Aunque en su entorno natural los huevos comienzan a eclosionar a finales de septiembre o principios de octubre, en cautividad no es raro que nazcan en estas fechas. Este año, a diferencia de pasadas temporadas, se han dejado las puestas para su incubación natural en las charcas, sin haberse recogido los huevos para incubarlos de forma artificial.
Hasta ahora, han nacido 4 pequeñines que pasarán todo el invierno en la instalación interior habilitada para la cría, evitándoles la hibernación para que ganen peso, y en primavera se les sacará a una de las charcas exteriores en las que se les mantendrá hasta su posterior liberación en su segundo año de vida.
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