Su objetivo es favorecer la expansión de la colonia actual hacia el N y el E,  permitiendo el asentamiento temprano de nuevas parejas reproductoras y su nidificación en condiciones de seguridad estructural.

La utilidad de esta medida viene confirmada por los siguientes datos: del total de 13 reproducciones vistas entre 2010 y 2013, en 7 ocasiones (54%) el soporte elegido por las correspondientes parejas territoriales fue un nido artificial. Agregando los dos intentos de cría por parte de una misma hembra soltera (Muga) en 2012 y 2013, la cifra subiría al 60%. Pero si consideramos solo los primeros intentos de reproducción, el porcentaje alcanzaría el 83% contabilizando a las parejas y el 86% incluyendo a Muga, lo cual pone de manifiesto la alta atracción que ejercen dichas estructuras para los individuos inexpertos.   

Por otra parte, la fiabilidad y resistencia de los soportes seleccionados hace disminuir el riesgo de colapso del nido.

En cuanto a las localizaciones, 6 fueron levantadas en Alinyà y 2 en la periferia N de Boumort, todas ellas sobre pinos laricios (Pinus nigra) de diferentes alturas y en orientaciones de solana.

Construyendo nidos artificiales para el buitre negro en Pirineos

Mario Álvarez, Aleix Millet y Emilie Delepoulle
Equipo de Boumort-Alinyà