Algunas de estas especies de anfibios viven permanentemente en las charcas que tenemos en GREFA y que en su día diseñamos y construimos para albergar ranas, sapos, tritones y gallipatos, además de poder acoger a los invertebrados asociados a estos ambientes. Y cómo no, para que estas charcas se convirtieran en un recurso educativo de primera entidad, que nos permitiese contar a los más jóvenes (y a los que no lo son tanto) qué son los anfibios, cómo son y qué problemas tienen hoy los primeros vertebrados que colonizaron la tierra.

El croar de la rana común y el vuelo de los caballitos del diablo o de las libélulas son el mejor indicador de unas charcas vivas, al menos así lo percibimos nosotros cada primavera en GREFA.

Vista de una de las charcas habilitadas para anfibios en el recinto exterior de GREFA.Vista de una de las charcas habilitadas para anfibios en el recinto exterior de GREFA.