Al margen de las circunstancias que habían hecho que el animal apareciera en el jardín de una vivienda, la avutarda es una especie especialmente sensible al estrés pudiendo llegar a fallecer  a causa de un manejo inadecuado, por lo que la actuación de nuestros profesionales debía realizarse con especial cuidado y minimizando el tiempo de traslado al hospital. Una vez allí, nuestros veterinarios realizaron la revisión y  las pruebas necesarias mediante las cuales certificaron que nuestro joven amigo sufría una fractura en una de las falanges del dedo III de su pata izquierda, un desgarro en la zona de la cloaca además de múltiples heridas de diversa gravedad en el ala derecha, deshidratación e hipotermia. Debido a que la avutarda es un ave que pasa gran parte del tiempo caminando en busca de alimento, además de haberse recuperado del resto de patologías que presenta, la resolución de la fractura en la falange debe ser perfecta para poder liberar al animal con pleno éxito.

Queremos agradecer especialmente la colaboración de los ciudadanos que nos avisaron rápidamente, evitando que el problema se agravara dificultando la recuperación de la avutarda, más si tenemos en cuenta que la avutarda está catalogada como especie amenazada dentro de la categoría de “vulnerable”. Aprovechamos la noticia a modo de ejemplo para concienciar a la gente de la importancia de avisar rápidamente a nuestro Equipo de Rescate si nos encontramos ante una situación parecida, ya sea un animal peligroso en el manejo o una especie especialmente sensible al estrés como es el caso de las avutardas.

Capturando a la avutarda para revisión veterinaria Radiografía de la avutarda

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