Nos explican nuestros colegas onubenses que este ejemplar nacido en 2014 (su plumaje no deja lugar a dudas) apareció a mediados del pasado enero en una urbanización de Dos Hermanas (Sevilla), realizando vuelos cortos de unos diez metros, sin ninguna lesión aparente que explicara este comportamiento. Los agentes de medio ambiente de la Junta de Andalucía se personaron en el lugar y capturaron sin problemas a este joven animal. Ya en el CREA "Marismas del Odiael", tras un profundo reconocimiento, todo parecía indicar que el ave no volaba debido a su inexperiencia.

Por las fechas en las que se rescató, que esta águila de Bonelli no hubiera tenido aún la ocasión de extender sus alas en libertad solo podía significar una cosa: había pasado gran parte de su desarrollo juvenil en cautividad. Su comportamiento en el CREA no dejaba lugar a dudas: presentaba un grado de impronta importante ocasionada por el contacto humano, lo que convertía a este joven perfectamente sano en un ejempar prácticamente irrecuperable. Este tipo de animales, aunque sin lesiones físicas que les impida desenvolverse, no saben en una primera fase adaptarse y vivir en el medio natural, llegando a buscar en ocasiones a la especie que los vio crecer, el hombre.

Esta mansedumbre, al menos, no le impedirá reproducirse en cautividad. A partir de ahora podrá servir a su especie criando en cautividad dentro de algunos años, cuando alcance la madurez sexual. Si tras la fase de observación a la que está sometida actualmente esta águila de Bonelli en las instalaciones de GREFA se deduce que su impronta con el ser human es absoluta, su reproducción tendrá que lograse por métodos artificiales; si no lo es, el programa de cría en cautividad le encontrará una pareja adecuada. Incluso se podría intentar su liberación, tal y como se viene haciendo con otros ejemplares de su especie dentro de LIFE Bonelli, el proyecto que pretende la recuperación de la población ibérica de la especie.

El manejo de fauna silvestre en cautividad, sobre todo de determinadas especies, ha de llevarse a cabo por profesionales que conocen las necesidades especiales de este tipo de animales para, de este modo, asegurar su reinserción en el medio natural. Esta joven águila de Bonelli es una muestra más de que aún queda mucho por hacer en cuanto a la sensibilización de la sociedad, un objetivo más por el que GREFA y el resto de los socios del LIFE Bonelli estamos trabajado sin descanso.

En las fotografías, diferentes momentos en el trascurso del chequeo del que fue objeto la nueva águila de Bonelli que ha ingresado en GREFA. En las fotografías, diferentes momentos en el trascurso del chequeo del que fue objeto la nueva águila de Bonelli que ha ingresado en GREFA. En las fotografías, diferentes momentos en el trascurso del chequeo del que fue objeto la nueva águila de Bonelli que ha ingresado en GREFA.

LIFE12 NAT/ES/000701

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con el apoyo  de la Fundación Biodiversidad

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