Enhorabuena a las parejas progenitoras, porque han realizado un trabajo formidable. Todos los días y todo el día, durante los larguísimos meses de la crianza. Repartiéndose las tareas domésticas bajo el frío y el calor, el sol y las estrellas, la lluvia y el viento, la ilusión y la fatiga. ¡Un verdadero ejemplo para nuestra especie!

En apenas una semana, los cuatro pollos saltaron fuera del nido.

El 13 de agosto voló ABELLA, a los 119 días de edad.

A continuación, el 15 de agosto, fue el turno de PABLO. Al salir de su nido artificial con 112 días, estaba morfológicamente más adelantando que sus primos silvestres, gracias a  que pudo comer “ad libitum” desde que nació.

El 19 de agosto saltó PAN, con 122 días, desde su nido aislado en una zona escabrosa y difícilmente accesible

Y por último, ROC salió disparado al día siguiente, con solo 108 días de edad, como si deseara participar de la fiesta cuanto antes, sin esperar a tener completo el “casco” de plumas negras que les cubre la cabeza a los pollos volantones.

Concluye así un ciclo vital, el de la estancia en nido. Y comienza otro igual de importante, el de la transición a la independencia. Que se prolongará hasta el inicio de la nueva temporada reproductora.

Ánimo y mucha suerte para los cuatro.

Y, sobre todo, muchas gracias a PESSONADA & ORIOL, OLGA & ALEIX, BRUNA & CORNELI…y a la madre y padre de PABLO, que no tienen nombre oficial, pero se merecen el mismo reconocimiento que las anteriores parejas nidificantes.

Mario Álvarez Keller