"Bartullero", "Zoiletilla", "Cáseda", "Imperioso" y "Ermitaño" son los nombres de estos cinco pollos de águila de Bonelli que se encuentran ahora en plena dispersión, tras su liberación en el término municipal de Cáseda [https://goo.gl/ZLiUXf]. Los dos primeros, macho y hembra respectivamente, proceden del centro de cría en cautividad de la especie de UFCS-LPO, en Vendée (Francia). Los otros tres (dos machos y una hembra) han sido cedidos por la Junta de Andalucía, procedentes del desnide de poblaciones naturales de águila de Bonelli de las provincias de Jaén y Granada.

El pasado 4 de junio se abrió la puerta de la caja-nido artificial donde permanecían los cinco pollos en fase de aclimatación. Cuatro días después ya habían volado todos. Desde entonces estuvieron alimentándose por la zona de liberación hasta que, poco a poco, fueron iniciado movimientos exploratorios por Navarra. Ha sido a finales de agosto cuando han iniciado su dispersión hacia territorios más lejanos de la mitad norte de la Península Ibérica. Desde principios de septiembre seguimos sus localizaciones por las provincias de Guadalajara, Zaragoza y Palencia y por Navarra.

El proyecto AQUILA a-LIFE (LIFE16 NAT/ES/000235), financiado por la Unión Europea, quiere contribuir a aumentar la extension de la presencia del águila de Bonelli en el Mediterráneo occidental e invertir su tendencia poblacional regresiva, para ayudar a la restauración de los ecosistemas donde habitaba antaño la especie. Para ello se contempla la liberación de ejemplares en España e Italia (Cerdeña), así como abordar las principales amenazas actuales para el águila de Bonelli, con especial dedicación a prevenir y reducir las electrocuciones. El proyecto AQUILA a-LIFE, que estará operativo hasta 2022, está coordinado por GREFA y también participan como socios la Diputación Foral de Álava, la Fundació Natura Parc (Mallorca), Gestión Ambiental de Navarra-Gobierno de Navarra, ISPRA (Italia) y LPO/BirdLife (Francia).