Un macho de cernícalo vulgar con un topillo recién cazado sobre una de las cajas nidos del proyecto de control biológico.Un macho de cernícalo vulgar con un topillo recién cazado sobre una de las cajas nidos del proyecto de control biológico.GREFA ha firmado un convenio de colaboración con la Diputación de Valladolid y el Instituto Tecnológico Agrario de Castilla y León (ITACYL) para implantar el control biológico del topillo campesino en una comarca de la provincia de Valladolid. Este acuerdo se enmarca dentro de un ambicioso proyecto que el ITACYL y GREFA pretenden llevar a cabo en el territorio de Castilla y León afectado por la plaga de este roedor.

Como sabéis, en colaboración con muchas entidades e instituciones, hemos implantado el control biológico del topillo en numerosos municipios de Castilla y León, con la colocación de casi 2.000 cajas nido sobre postes para cernícalos vulgares y lechuzas comunes. El topillo campesino está considerado como la principal plaga de vertebrados asociada a los ecosistemas agrícolas, provocando importantes pérdidas económicas durante sus explosiones demográficas cíclicas. Este tipo de eventos han surgido en las últimas décadas en las zonas agrícolas de Castilla y León.

En este contexto, desde GREFA llevamos años trabajando para depurar alternativas no químicas que permitan prevenir las explosiones demográficas de topillo. Como medida imprescindible integrada en este conjunto de buenas prácticas agroambientales está el control biológico, el cual consiste en la facilitación de sustrato de nidificación a grandes depredadores de topillo, como el cernícalo vulgar o la lechuza común, mediante la instalación de cajas nido. Esta medida viene siendo desarrollada experimentalmente por GREFA desde 2009 y se ha demostrado que tiene un gran interés potencial como herramienta de gestión.

Lechuza común con dos pollos en una caja nido del proyecto de control biológico.Lechuza común con dos pollos en una caja nido del proyecto de control biológico.