Un técnico de GREFA y un Agente Medioambiental de Castilla-La Mancha examina el cadáver del águila de Bonelli 'Álora'.Un técnico de GREFA y un Agente Medioambiental de Castilla-La Mancha examina el cadáver del águila de Bonelli 'Álora'.Al igual que otras (demasiadas) veces en los últimos tiempos, os tenemos que informar de una nueva y lamentable baja de uno de los animales que seguimos. En esta caso se trata del águila de Bonelli o perdicera "Álora", reciente víctima de una electrocución. El drama de los tendidos nos vuelve a golpear y lo hace cada poco tiempo.

Este ejemplar había sido extraido la pasada primavera de su nido en un barranco de la provincia de Almería y fue cedido por la Junta de Andalucía al proyecto LIFE Bonelli, con el fin de recuperar las poblaciones más precarias o incluso extinguidas de esta especie amenazada. A "Álora" se le detectó una pequeña placa de tricomonas, de la que fue tratada en el Hospital de Fauna Silvestre de GREFA (Majadahonda, Madrid) una vez que fue trasladada a estas instalaciones. Allí completó su crianza con aves nodrizas que tanto buen servicio prestan en el propio proyecto de cría en cautividad del águila de Bonelli desarrollado por GREFA.

Meses después "Álora" fue liberada en la zona oeste de la Comunidad de Madrid junto a otros juveniles de su misma especie. Tras un periodo de aprendizaje en el entorno de la zona de liberación, donde perfeccionó sus técnicas de vuelo y realizó sus primeros intentos de caza, comenzó a explorar nuevos territorios. Ávila, Valladolid, Guadalajara, Toledo y Ciudad Real fueron las provincias que visitó durante sus movimientos, siempre en torno al área de liberación. Nos parecía que "Álora" tarde o temprano podría fácilmente ocupar un territorio en la zona centro peninsular, en sintonía con el objetivo de LIFE Bonelli.

Sin embargo, nuestras esperanzas se vieron truncadas cinco meses después de que comenzara el periodo dispersivo de "Álora", cuando ya estaba completamente adaptada al medio natural. Durante este invierno, el ave había elegido la provincia de Toledo para asentarse, al igual que gran parte de sus “compañeras” de liberación. Tras pasar meses deambulando en búsqueda de lugares donde comer, dormir y quedarse temporalmente, su vida parecía discurrir sin demasiados sobresaltos. Con la mala suerte de que un día "Álora" decidió posarse en un tendido eléctrico donde nunca lo había hecho. Una única vez fue suficiente para que cayese fulminada.

Tendido eléctrico en el que se electrocutó 'Álora', con el apoyo letal al fondo.Tendido eléctrico en el que se electrocutó 'Álora', con el apoyo letal al fondo. Movimientos efectuados por 'Álora' durante su dispersión juvenil por el centro peninsular.Movimientos efectuados por 'Álora' durante su dispersión juvenil por el centro peninsular.

Tardaremos en olvidar las imágenes de 'Álora' sin vida junto al letal tendido, mientras los Agentes Medioambientales de Castilla-La Mancha examinaban y recogían el cadáver para su necropsia siguiendo el protocolo oficial en estos casos. Ahora solo pedimos que se tomen cartas en el asunto de manera eficaz, tal y como venimos haciendo con motivo de electrocuciones anteriores desde LIFE Bonelli y desde GREFA. No queda otra: hay que rectificar urgentemente cientos de apoyos eléctricos como única manera de solucionar el imparable declive del águila de Bonelli a escala global.

La especie está cayendo achicharrada por todo el territorio ibérico de manera constante y silenciosa, tal y como nos lo está indicando el seguimiento de los ejemplares que están siendo reintroducidos en los últimos años por LIFE Bonelli, lo que está permitiendo detectar infinidad de puntos negros. De no tomarse las medidas oportunas de rectificación en ellos, seguirán cayendo águilas de todo tipo, pero especialmente las de Bonelli, que como estamos comprobando son mucho más sensibles a este problema que el resto de nuestras aves de presa.