Sin duda alguna, la recuperación y liberación de su ahijado-gavilán fue uno de los mejores regalos que le pudieron hacer en Navidad.

El gavilán había entrado hacía tres meses manso, tras su rehabilitación y la observación de su comportamiento se decidió que era apto para su liberación.

Ismael, uno de nuestros más jóvenes padrinos, quiso ayudarnos con la recuperación del animal apadrinándolo. Aunque no era la primera vez que soltaba un “bichillo” recuperado en GREFA, ya que hacía unos años ya colaboró con un erizo. Actualmente apadrina un azor que esperamos en poco tiempo pueda devolverlo a su hogar.

La campaña de apadrinamiento, a parte de ayudarnos a mantener el hospital, es un regalo muy especial y emocionante. También consideramos que es educativa porque se establece un contacto directo con un paciente.

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