Desarrollando el proyecto “Control biológico de la plaga del topillo” financiado por la Fundación biodiversidad estuvimos en los municipios de Boada del Campo (Palencia), Valderaduey (Zamora) y Villalar de los Comuneros (Valladolid) revisando el estado de las cajas nido para que la próxima primavera acojan con garantías la reproducción de cernícalos y lechuzas, especies que pretendemos potenciar para controlar las poblaciones del topillo campesino.
Tuvimos la oportunidad de estar con los alcaldes de Boada y Valderaduey y compartir con ellos el desarrollo del proyecto en el que ellos son uno de los principales activos por el apoyo y participación para que la lucha biológica se convierta en una alternativa real y eficaz al uso indiscriminado del veneno.
{flike}