Mayo, junio y julio son los meses del seguimiento intensivo de nuestro proyecto de control biológico del topillo campesino. Su desarrollo en más de una veintena de municipios de Castilla y León nos obliga a monitorizar en diferentes fases las cajas nido que hemos colocado para promover la reproducción de pequeñas rapaces depredadoras de topillos como son cernícalos, lechuzas y mochuelos.

Este año el proyecto se ampliará a nuevos municipios de la comarca zamorana de Campos Pan y en áreas de las provincias de Valladolid y Palencia pertenecientes a la comarca de Tierra de Campos. Contamos para ello con la colaboración y participación del Ministerio para la Transición Ecológica, la Junta de Castilla y León, el Instituto Tecnológico Agrario de Castilla y León y la Diputación de Valladolid. Gracias a ello instalaremos 450 nuevos nidales para rapaces colocados sobre postes en zonas de presencia activa del topillo campesino.

Es significativo que la aceptación del proyecto se acompaña con una cada vez mayor opinión entre los agricultores castellanos de que los rodenticidas químicos no son la solución del problema para combatir las plagas cíclicas de topillos campesinos y sí aquellas que de manera coordinada pueden minimizar el impacto del roedor en los cultivos: restablecer las relaciones depredador-presa, actuaciones agronómicas y acciones sobre los medios agrarios que favorezcan la biodiversidad y el uso sostenible de los recursos naturales.

Caja nido para lechuzas instalada gracias a nuestro proyecto de control biológico.Caja nido para lechuzas instalada gracias a nuestro proyecto de control biológico.