Autores: Miguel Angel Gómez y Jorge Chevarrias

Empezamos el viaje a las 8:30 de la mañana del sábado 06 de febrero de 2010. Mi nombre es Miguel Angel Gómez y viajaba junto con Jorge Rodríguez. Aprovechando que las ultimas lluvias y un polémico trasvase, han devuelto a la vida al Parque Nacional de Las Tablas de Daimiel, decidimos ir a ver cual había sido el resultado. Llegamos a Daimiel cerca de las 10:30 de la mañana y nuestra primera "sorpresa", fue ver la cantidad de gente que había tenido la misma idea que nosotros, animada tal vez, por el día tan primaveral que hacia y ,que duda cabe, por la publicidad que han dado al "nuevo" parque.

Conseguimos aparcar en el pequeño parking del que dispone el Centro de Interpretación (a la salida, habían habilitado mas terreno, ante la enorme afluencia de publico), y nos dirigimos a que nos contaran un poquito cual era la situación del parque y sobre todo que tipo de aves se podían ver.

Como ya sabíamos, nos contaron, que no había demasiados bichos, ya que hacia poco que tenía agua, y lo poco que había era difícil de ver en los recorridos que tenían habilitados, debido a la gran cantidad de gente (nos llegamos a juntar incluso con un autobús), que atravesaba las pasarelas de las lagunas. Las grullas, según nuestro informador, se encontraban "pastando" fuera de los limites visitables del parque.

 

Nos dieron un mapa, cogimos nuestros instrumentos (telescopios, prismáticos, trípodes y cámara de fotos) y empezamos a recorrer el primer sendero que encontramos, el itinerario amarillo.

A través de ese sendero atraviesas varias zonas encharcadas por encima de pasarelas de madera y llegas hasta un observatorio situado en una pequeña isla. El observatorio en cuestión, esta situado en altura y tiene una estupenda visión de gran parte del parque.

Por los paneles informativo, nos enteramos de donde venía el agua, de que el acuífero 23 esta cada vez mas bajo debido sobre todo a la excavación de pozos ilegales, y algo que me resulto especialmente curioso, uno de los ríos, que riega las tablas, el Cigüela (el otro es el Guadiana), tiene en sus aguas una gran salinidad, de ahí que casi los únicos arboles presentes en las zonas inundadas, sean los Tarayes, unos arboles de hoja caduca, que sacan sus raices al exterior y soportan perfectamente la salinidad de sus aguas.

Desde ese observatorio, pudimos ver varios grupos de Cigueñas (Ciconia ciconia) algunos ejemplares de Porron comun (Aythya ferina), un par de Fochas (Fulica atra), un macho de Aguilucho Lagunero (Circus aeruginosus) y algo que no esperabamos Grullas (Grus grus) ya que nos habian dicho que se encontraban fuera del parque. Aparte de eso nada mas.

Despues de un rato el observatorio, este se lleno de gente, y ya era imposible estar, así que bajamos y seguimos nuestra ruta. Entramos en un par de observatorios mas, en los que no pudimos ver ningún ave nueva. Un poco desilusionados, acabamos nuestro sendero amarillo y no dirigimos a un jaulón de aclimatación que tienen situado casi en la entrada del parque, donde muy mal se nos tenía que dar, irónicamente hablando, para no ver nada. Efectivamente, allí estaban todas las aves que queriamos ver y no veíamos.

El jaulón es un trozo de laguna cerrado con maya en el techo y en los laterales y donde se encuentra una diversa cantidad de especies de aves acuáticas: Porron Comun (Aythya ferina), Pato Colorao(Netta rufina), Pato Cuchara (Anas clypeata), Tarro Blanco (Tadorna tadorna), Cerceta Comun (Anas crecca), Cerceta Carretona (Anas querquedula), Porrón Pardo (Aythya nyroca), Porrón Moñudo (Aythya fuligula), Porrón Bastardo (Aythya marila), Azulón (Anas platyrhynchos), Fochas (Fulica atra), Polla de agua (Gallinula chloropus) y no se si me olvido de alguna.

El observatorio de la jaula de aclimatación, es bastante amplio y las aves se acercan hasta casi las ventanas, por lo cual es un sitio ideal para poder fotografiarlas. Al igual que el observatorio anterior, a los pocos minutos de entrar, se empezó a llenar de gente, de niños, y los gritos y el barullo hicieron que abandonaramos nuestro lugar de observación y empezáramos una nueva ruta.

El itinerario azul, se compone de un camino en linea recta del que sale cada cierta distancia un observatorio a una parte de la laguna. Entramos al primero y no se veía ningún movimiento,pero tras salir, empezamos a oir grullas (Grus grus) a lo lejos y a levantar la vista, nos paso por encima una formación de unos 120 individuos. Después de observarlas un rato, entramos en el segundo observatorio. Tampoco vimos nada. Así que decidimos llegar hasta el final sin parar en ninguno mas. El final del camino esta coronado por una torre de tres alturas, de las cuales el ultimo piso es el "observatorio" en si. A través de unas ventanas de aluminio, se pueden otear Las Tablas hasta varios kilómetros de distancia. Plantamos el telescopio y lo único que observamos fueron Pato Cuchara (Anas clypeata), machos y hembras, algún Ganso (Anser anser) y Azulones (Anas platyrhynchos). Segun otro observador que habia allí, tambien se podia ver Anade Friso (Anas strepera), aunque nosostors no llegamos a localizarlo.

También existe un itinerario rojo, pero esta en obras y los caminos estaban cortados, a ver si la próxima vez podemos visitarlo.

 

 Así pues, tras nuestro intento fallido de ver mas especies, decidimos dejar atrás Las Tablas y reponer fuerzas en un restaurante de la zona. En el camino de vuelta pudimos ver Avefrias (Vanellus vanellus), muy cerca de la carretera, asi como un bando de unos 15 Gansos (Anser anser), descansando a las orillas de una zona encharcada, nada mas coger la carretera de regreso a Daimiel. A eso de las 15:30 o asi. Tras la comida, echamos un vistazo al mapa de carreteras y decidimos acercarnos a la población cercana de Malagón y hacer una parada en la Laguna de Nava Grande, a ver que podiamos ver.

Auque no fue muy fructífera en cuanto a diversidad (Azulones (Anas platyrhynchos), Porron Comun (Aythya ferina) y Focha (Fulica atra)), si que lo fue en cuanto a lo que nos encontramos. Paramos el coche en el camino que bordeaba la laguna y Jorge descubrió un Martín Pescador que se posaba en una rama que sobresaila del agua a muy pocos metros de la orilla. Lo estuvimos observando un buen rato y a al ver que permanecía inmutable, me decidí a montar el equipo de Digiscoping para poder hacerle alguna foto. Ajeno a nuestra presencia, no paro de lanzarse al agua y sacar peces en los 10 minutos que estuvo en la misma rama. Nos deleitó con un espectaculo que nunca habiamos visto, y solo por eso mereció la pena la visita a esta laguna.

Ya eran casi las 18:00 y no queríamos abandonar esos parajes, que por suerte en esta época, estaban rebosantes de agua. Asi que de regreso a coger la autovía, pasamos por el termino municipal de Fernán Caballero y nos acercamos al embalse de Gasset. Ya estaba anocheciendo y la luz, aunque preciosa para fotografiar atardeceres, no era demasiado buena para la observación de aves. Vimos un bando de unas 20 grullas (Grus grus) y poco mas. Cuando el sol desaparecía por el horizonte, montábamos de nuevo en el coche y reemprendíamos el camino de vuelta hacia Madrid.

Como resumen y reflexión personal, deciros que de antemano sabíamos que era pronto para que los bichos se asentaran en las tablas, aparte de que la fecha tampoco era demasiado propicia. No podemos decir que nos fueramos desilusionados, pero si que veo algo difícil que se puedan ver demasiadas aves con el trasiego de personas, perros, niños chillando y demás molestias con las que nos encontramos. Aunque nunca se sabe.

Es un lugar bonito para pasear y espero que fuera de la zona visitable, las aves vuenvan a encontrar con el paraiso fué para ellas hace ya bastantes años este humedal maravilloso.

 

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