Uno de los gallipatos que ingresó en el Hospital de Fauna de GREFA.Uno de los gallipatos que ingresó en el Hospital de Fauna de GREFA.Mucha gente que nos contacta todavía no tiene del todo claro a qué nos dedicamos. "¡Ah, ¿pero no sois un centro dedicado exclusivamente a aves?!", nos suelen preguntar extrañados cuando les explicamos nuestra labor. "Entonces, si me encuentro un zorro herido o un sapo o un erizo o una serpiente, ¿os lo puedo llevar?". Y nuestra respuesta es siempre la misma: "Sí, siempre y cuando cumpla dos únicos requisitos: ser silvestre y ser autóctono". 

Es el caso de los 65 anfibios que ingresaron en el Hospital de Fauna de GREFA el pasado 24 agosto. Para ser más exactos, ese día entraron en nuestras instalaciones dos ranas comunes y... ¡63 gallipatos! Porque esta última especie, para quien no la conozca y a pesar de que su nombre parezca indicar lo contrario, tampoco es un ave. Ese medio centenar largo de anfibios se encontraba en la piscina de una urbanización de Valdemorillo (Madrid) que iba a ser limpiada. El futuro de estos animales estaba condenado a ser muy breve y muy negro si no llega a ser porque con muy buen criterio los responsables de la piscina decidieron dar aviso a GREFA.

Nos alegra comprobar que la educación ambiental y las campañas de información y divulgación comienzan a dar sus frutos. Cada vez son más las personas que tienen clara una sencilla ecuación que como buena fórmula matemática rara vez falla: "Animal salvaje = Especie protegida". Garantizar esa protección es una obligación legal, pero además favorecer la biodiversidad es algo con lo que todos salimos ganando y que nos beneficia como sociedad en su conjunto.

Al ser fin de semana coordinamos la recogida de los gallipatos y las ranas con el servicio de guardia de nuestro Equipo de Rescate y, tras comprobar el buen estado de salud de los animales, fueron repartidos en varias charcas de aclimatación dentro del propio centro de GREFA en Majadahonda (Madrid).

Gallipatos rescatados de una piscina de Valdemorillo (Madrid) y trasladados a nuestro hospital de fauna.Gallipatos rescatados de una piscina de Valdemorillo (Madrid) y trasladados a nuestro hospital de fauna.

Algunas consideraciones

Retomando las reflexiones con las que iniciábamos esta noticia, otra pregunta que nos hacen a menudo es la razón de limitar nuestra actividad a animales silvestres y autóctonos. Empecemos recordando que el destino de todos los ejemplares que ingresan en GREFA es devolverlos a su medio natural una vez rehabilitados. Ningún animal silvestre debería vivir en cautividad (salvo causa extraordinaria y justificada, como puede ser la cría de determinadas especies utilizando ejemplares irrecuperables u otras razones similares).

Este objetivo de todo centro de recuperación de fauna salvaje excluye de nuestro ámbito de actuación a los animales domésticos y de compañía, que cuentan con sus propias asociaciones y centros de acogida cuyo objetivo es justo el contrario que el nuestro: encontrar una familia a cada uno de esos animales y combatir el abandono.  Y excluye también a los animales exóticos, porque aunque cada vez sea más habitual encontrar libres en nuestro medio natural especies invasoras lo cierto es que no deberían estar ahí y los daños y alteraciones que provocan suelen ser enormes (baste pensar en las colonias de cotorras argentinas, galápagos de Florida, visón americano y tantos otros). No es culpa de los propios animales haber llegado ahí y estar donde no deberían estar, pero en todo caso nosotros no podemos contribuir a esos procesos invasivos y esto imposibilita que liberemos (y por lo tanto nos hagamos cargo) de animales exóticos.

En los siguientes vídeos podéis ver el momento de la liberación en nuestras charlas de aclimatación de algunos de los gallipatos que ingresaron en el hospital de fauna de GREFA:

 

Primer plano de una de las dos ranas comunes que nos llegaron el pasado 24 de agosto.Primer plano de una de las dos ranas comunes que nos llegaron el pasado 24 de agosto.