Lechuza fotografiada instantes después de ser anillada.
Lechuza fotografiada instantes después de ser anillada.

En primavera y verano el equipo de campo de GREFA dedicado al control biológico de las plagas de topillo llevó a cabo una temporada más la monitorización de los miles de cajas nido que tenemos instaladas por toda Castilla y León para favorecer la presencia de pequeñas rapaces depredadoras del roedor. El anillamiento de 142 lechuzas y mochuelos en 2021 en el sureste de la región formó parte de este trabajo.

La monitorización visual de las cajas nido que venimos haciendo desde hace once años nos reporta mucha información. Con ello, hemos podido conocer entre otras cosas, la gran oscilación interanual en la ocupación de los nidales por parte de las pequeñas rapaces con las que trabajamos debido a las variaciones demográficas de su presa principal: el topillo.

Un ejemplo habitual de la información que obtenemos es el comportamiento demográfico de la lechuza común en nuestra zona de estudio "Palencia Norte". Aquí, trabajando sobre un área de unas mil hectáreas con cincuenta cajas nido de lechuza, se pasó de una ocupación de treinta parejas reproductoras en 2017 a tres parejas en 2018 y de nuevo treinta en 2019. Esto resulta cuando menos inquietante y nos hace cuestionarnos muchas incógnitas: ¿dónde están esas 27 parejas en los períodos de baja abundancia de topillo?, ¿se producirá en los periodos de repunte un retorno de los ejemplares a su zona de reproducción o nacimiento?, ¿habrá eventos de gran mortalidad en los periodos de baja abundancia de presas? ¿se producirán grandes migraciones a territorios con mayor abundancia de alimento?

Carlos Cuéllar, de GREFA, durante el anillamiento de un cernícalo vulgar.Carlos Cuéllar, de GREFA, durante el anillamiento de un cernícalo vulgar.

Algunas de estas preguntas hemos tratado de resolverlas con el equipamiento con dispositivos GPS a lechuzas adultas. Debido a las deficiencias técnicas en el desarrollo tecnológico de los dispositivos empleados, no pudimos obtener gran información, pero sí que confirmamos que se pueden llegar a dar grandes desplazamientos. Este fue el caso de un ejemplar marcado en el noroeste de la provincia de Zamora, que se desplazó hacia el norte de Valladolid y después a terrenos montunos del sur de León, completando un recorrido total bastante superior a los cien kilómetros, durante el cual se detuvo en diferentes ecosistemas.

Anillamientos en Burgos y Segovia

Otra forma más de trabajar para responder a esas cuestiones se está desarrollando concretamente en seis municipios de las provincias de Burgos y Segovia de la mano de nuestro compañero Carlos Cuéllar, quien viene haciendo una labor de seguimiento individualizado de las poblaciones de lechuzas y mochuelos nidificantes en las cajas nido que tenemos instaladas en cada zona de estudio.

Volantones de lechuza en una caja nido instalada por GREFA en los páramos del Arlanza, en la provincia de Burgos.Volantones de lechuza en una caja nido instalada por GREFA en los páramos del Arlanza, en la provincia de Burgos.

Este trabajo consiste en el anillamiento de todas las lechuzas y mochuelos y por supuesto en hacer un especial esfuerzo en la recuperación de ejemplares anillados en años anteriores. En total este año hemos anillado 142 lechuzas y mochuelos (23 adultos y 66 pollos de la primera especie y 17 adultos y 36 pollos de la segunda especie).

Además, en 2021 hemos podido lograr diez recuperaciones de lechuzas anilladas en temporadas anteriores (todas reproductoras en la actualidad), lo que nos ha permitido descubrir algunas curiosidades. Por ejemplo, dos de las recuperaciones fueron lechuzas anilladas como pollo y como adulto respectivamente en nidos distintos de la provincia de Segovia en 2019. Además, el pollo anillado en 2019 se ha reproducido en 2021 con una hembra que fue anillada como reproductora en 2020.

Un mochuelo custodia su caja nido, instalada por GREFA en la Ribera del Duero burgalesa.Un mochuelo custodia su caja nido, instalada por GREFA en la Ribera del Duero burgalesa.

Las otras ocho lechuzas recuperadas fueron anilladas en 2020, algunas como adultos reproductores y otras como pollos. La mayoría de ellas se encuentran reproduciéndose en cajas nido muy próximas a aquellas donde fueron anilladas, pero también se ha dado el caso de verlas en un municipio limítrofe a aquel donde nacieron.

Agradecimientos

Todo esto es una pequeña muestra del enrevesado y complejo árbol genealógico que se está tratando de formar a partir de toda la información obtenida gracias al anillamiento de ejemplares y su posterior recuperación. Agradecemos a Antonio Arias, anillador experto del Grupo de Anillamiento “Urz” de León por avalar a nuestro compañero Carlos Cuéllar y gestionar y tramitar todo lo necesario. También agradecemos un año más a la Consejería de Fomento y Medio Ambiente de la Junta de Castilla y León por concedernos los permisos pertinentes para la monitorización y el anillamiento de aves.

YA FUE NOTICIA

Anillamos un centenar de lechuzas y mochuelos en Castilla y León
https://www.grefa.org/noticias/95-otros-articulos/proyectos/servivios-ambientales/control-biologico-del-topillo-campesino/noticias-control-biologico-del-topillo-campesino/3602-anillamos-un-centenar-de-lechuzas-y-mochuelos-en-castilla-y-leon.html

Diez años de nuestro proyecto de control biológico del topillo
https://www.grefa.org/component/content/article/95-proyectos/servivios-ambientales/control-biologico-del-topillo-campesino/noticias-control-biologico-del-topillo-campesino/3557-diez-anos-de-nuestro-proyecto-de-control-biologico-del-topillo