Por nuestro trabajo desde hace más de diez años con la población reproductora de esta especie amenazada estamos especialmente sensibilizados con su más que preocupante situación actual. Desde 2011 hemos liberado diez milanos reales marcados con emisores GPS. Uno de ellos era Becerril, nacido el año pasado en su hábitat natural de la Comunidad de Madrid.
Los fatídicos hechos son los siguientes: tras aparecer su cadáver el pasado 25 de marzo, con anilla de identificación UHR, en un coto de caza del término municipal de Córdoba, el Centro de Análisis y Diagnóstico de la Fauna Silvestre de la Junta de Andalucía informa de que este ejemplar murió envenenado con Aldicarb, en base a los resultados de la necropsia y al estudio toxicológico. El aldibarb es una sustancia de gran potencial tóxico, del grupo de los carbamatos y de uso prohibido en la Unión Europea desde 2013. Utilizado como producto fitosanitario cuando estaba autorizado, es uno de los tóxicos habituales utilizados por los envenenadores de fauna silvestre.
Además de confirmar el grave impacto que los venenos tienen sobre el milano real, especie cuyo futuro como reproductor está claramente hipotecado por este problema, este caso pone también de manifiesto la importancia del seguimiento que realizamos de la fauna silvestre. El GPS que portaba Becerril permitió a los Agentes de Medio Ambiente de la Junta de Andalucía, con nuestra colaboración, localizar el cadáver, tras una llamada telefónica por nuestra parte informándoles de nuestros temores sobre este ejemplar, cuyo emisor llevaba emitiendo cinco días seguidos desde la misma ubicación, algo más que sospechoso.