Ambas ingresaron en GREFA muy debilitadas y deshidratadas en semanas diferentes, aunque fueron recogidas en el mismo lugar, el metro de Leganés. Al incorporarlas en la misma instalación de rehabilitación comenzaron a tener comportamientos propios de pareja, lo que nos emocionó mucho (las lechuzas se emparejan de por vida, una relación que puede durar más de veinte años).

Ya recuperadas, han sido liberadas en Pinto en la finca de un colaborador (donde además está construido un exitoso primillar que alberga a veintisiete parejas de cernícalo primilla).

Gracias a Jorge y Paula (y a toda su maravillosa familia que nos acompañó también en este día) por su compromiso con la naturaleza y por habernos ayudado a liberar a esta bonita pareja de lechuzas. Personas como vosotros hacen posible que GREFA continúe con su labor.

¡Gracias!