Palomino y Cascabel, cernícalos vulgares

Ainara libera a su ahijada, la hembra de cernícalo vulgar bautizada por ella como 'Cascabel'.Ainara libera a su ahijada, la hembra de cernícalo vulgar bautizada por ella como 'Cascabel'.Los primeros en batir sus alas a cielo abierto fueron dos cernícalos vulgares amadrinados por las niñas Sara y Ainara. Los dos, un macho y una hembra, llegaron al Hospital de Fauna Salvaje de GREFA siendo unos pollos caídos del nido que no sabían todavía valerse por sí mismos. Tras un tiempo prudencial para completar su crecimiento y desarrollar las mañas necesarias, estaban ahora en óptimas condiciones para afrontar la dura y emocionante lucha por la supervivencia. El primero en ser liberado fue el macho, bautizado como Palomito por su madrina Sara. Curiosamente fue a posarse justo frente a nosotros sobre la rama de un pino. ¿Paró a esperar que se le uniese su compañera? ¿Era su forma de despedirse y darnos las gracias? Quién sabe, tal vez sólo estaba armándose de valor antes de lanzarse a los muchos retos que le esperaban. Le siguió a continuación la hembra, llamada Cascabel por su madrina Ainara. Entre los aplausos de todos los que les contemplábamos, desaparecieron en el pinar. ¡Mucha suerte a ambos!

El apadrinamiento de Ainara y Sara ha sido un regalo que les han hecho sus tíos, Joaquín y François, quienes a su vez nos conocieron el pasado verano al traer a nuestras instalaciones un verdecillo que habían recogido. A pesar de todos nuestros esfuerzos no pudimos sacar adelante al pequeño pájaro que nos habían confiado. Pero Joaquín y François se hicieron cargo de la situación y comprendieron que, aunque siempre tratamos de hacer lo indecible por los animales que acogemos, por desgracia no tenemos superpoderes que nos permitan salvarlos a todos (¡ojalá fuese así!). No sólo supieron encajar la amarga noticia sino que a pesar de ello decidieron hacerse padrinos y desde entonces son fieles amigos que han contribuido con sus aportaciones a la recuperación y liberación de un buen número de animales. Sirva su ejemplo de lo mucho que tenemos que agradecer a nuestros socios y padrinos.

Pumuki, busardo ratonero

Otro de los animales afortunados liberados ese día fue un busardo ratonero, Pumuki. Este ejemplar ha pasado con nosotros muchos meses, dado que ingresó siendo un pollito y la gravedad de sus lesiones (se rompió el cúbito y el radio probablemente al caer del nido) hacían muy difícil su tratamiento y recuperación. Pero el tesón de nuestros veterinarios, fisioterapeutas y rehabilitadores para salvar a un ave que demostró ser un paciente modélico y un luchador deseoso de salir adelante hizo que finalmente pudiera llegar ese fantástico día en el que iba a ser liberado. Su madrina, la niña Catalina, que vino acompañada por su hermano y por sus padres, no se podía creer que estuviera viendo tan de cerca esta preciosa ave y más aún le costaba imaginar que a continuación fuera a ser ella la que con sus propias manos le diera el impulso definitivo a su nueva vida. ¡Privilegios de padrino! El animal por su parte demostró estar ansioso por estrenar su bien ganada independencia y le faltó tiempo para lanzarse a experimentar la sensación de volar sin los límites impuestos por muros y alambradas. ¡Vuela alto, Pumuki!

El primer contacto de Carolina y de su familia con nosotros fue en una visita guiada a nuestro Centro de Educación Ambiental “Naturaleza Viva”. A raíz de aquella visita decidieron participar en la campaña de apadrinamientos. Nos alegra mucho comprobar que los programas educativos que desarrollamos permiten dar a conocer y poner en valor los proyectos de conservación en los que trabajamos.

Sombra, búho real

Ruy, muy sonriente, en compañía de su hermano Martín, sostiene a su búho real apadrinado al que ha bautizado como 'Sombra'.Ruy, muy sonriente, en compañía de su hermano Martín, sostiene a su búho real apadrinado al que ha bautizado como 'Sombra'.Nuestra última cita del día era con un búho real. Los hábitos de esta rapaz nocturna lógicamente imponían que la suelta tuviera que hacerse al caer la tarde. Quedamos para ello con su padrino el niño Ruy, con su hermano Martín y con sus padres en un lugar al oeste de la Comunidad de Madrid que reunía las condiciones idóneas para nuestro recién rehabilitado búho. Ruy y Martín son padrinos “repetidores”, lo que demuestra algo que nosotros hemos tenido siempre muy claro: GREFA engancha, y no sólo para sus trabajadores y voluntarios, sino también para la gran mayoría de sus colaboradores y amigos. El búho real, bautizado como Sombra por Ruy, había ingresado en nuestro centro con diversas heridas y hematomas causados por un traumatismo. Con nuestros cuidados y al apoyo de su padrino consiguió recuperarse de aquellas lesiones así como de la deshidratación y delgadez con que nos llegó, habiéndose convertido en un majestuoso ejemplar dispuesto a escudriñar la oscuridad de la noche con sus fantásticos ojazos naranjas. ¡Feliz libertad, Sombra!

François y Joaquín nos conocieron gracias a nuestro servicio de rescate de fauna herida. Catalina y su familia supieron de nosotros a través de las visitas de educación ambiental. Y en el caso de Ruy, Martín y sus padres, su llegada fue a través del apartado “Busco Padrino” de nuestra página web (http://buscopadrino.grefa.org/). ¡Y es que son tantas las maneras distintas de acercarse a GREFA!