Allí fue a parar desde latitudes más sureñas y más habituales para la especie, posiblemente algo despistado durante sus movimientos dispersivos propios de un ejemplar joven. Corría el año 2013 y desde el Centro de Recuperación de Fauna Silvestre de CEPESMA (Asturias), donde se recuperaba "Trasgu", fue cedido a GREFA para completar su rehabilitación en nuestro centro y que luego pudiera ser liberado en el Pirineo catalán, como una acción más dentro del actual proyecto de reintroducción de esta especie en esas montañas.
Aunque aún nos dura el disgusto y el estupor, esa muerte cobarde que no se merecía "Trasgu" ocurrió a mediados del pasado noviembre, aunque no os habíamos contando nada hasta la fecha para no entorpecer en su momento la investigación policial que se puso en marcha por el delito de abatir a una especie protegida y amenazada como es el buitre negro, una indigna causa que la necropsia realizada al cadáver en el Centre de Fauna de Vallcalent (Lleida), confirmó al poco de ser hallado. Pocos días antes le habíamos observado y fotografiado a placer, lleno de vitalidad, en el Punto de Alimentación Suplementaria (PAS), un muladar mantenido para las rapaces necrófagas de la reserva prepirenaica de Boumort.
Las sospechas de que algo raro pasaba surgieron cuando el emisor de "Trasgu" indicaba que el ave llevaba demasiado tiempo quieta en un mismo punto, a más de 2.000 metros de altura, en una zona de montaña de Alinyà, una de las dos áreas protegidas donde se llevan a cabo las reintroducciones pirenaicas del buitre negro, precisamente donde este ejemplar había sido liberado ahora hace justo cuatro años. Cuando Émilie Delepoulle, la naturalista de GREFA que hace el seguimiento de los buitres negros reintroducidos en Pirineos, en compañía de David Manzanera, técnico de la Muntanya d’Alinyá, subió a ver qué pasaba se encontró con lo último que quería ver: el cadáver de "Trasgu", con indicios bastante claros de que un tiro le había matado, como ella misma y los agentes forestales que recogieron los restos del animal pudieron comprobar. Estamos casi seguros de que un furtivo que andaría por la zona posiblemente en busca de rebecos enfocó con el punto de mira de su rifle a "Trasgu" e hizo el vil disparo.
Adiós a una esperanza
Con la desaparición de "Trasgu" se va algo más. Decimos de momento adiós a la más firme posibilidad de que el buitre negro se reprodujera por fin en Alinyà, donde este ejemplar se había asentado territorialmente después de su traslado a la zona a principios de 2013. No es ajena a ello la labor del Equipo de trabajo Boumort-Alinyà y en especial de Aleix Millet, en aquel momento técnico de la Fundació Catalunya–La Pedrera, que dedicó muchas horas de trabajo y no pocos desvelos a "Trasgu". La estancia durante varios meses de este buitre negro en un recinto de aclimatación se vio por fin culminada con su liberación definitiva en septiembre de ese año, con un emisor GPS a su espalda, tal y como os contamos en su momento [https://goo.gl/WyykNx]. Mientras que en la otra zona prepirenaica de reintroducción, Boumort, la colonia de buitre negro no deja de crecer y ya supera las diez parejas, en Alinyà aún no ha criado, aunque todas las esperanzas estaban puestas en que "Trasgu" lo hiciese próximamente.
Otros dos ejemplares del proyecto de reintroducción pirenaico han sido víctimas de disparos: “Orri”, con resultado de muerte, y “Alinyà”, un ave de origen asiático que fue decomisada y, tras su liberación al medio natural y ser disparada, vive actualmente ya recuperada, aunque inhabilitada para la libertad, en nuestro centro de educación ambiental "Naturaleza viva" de Majadahonda (Madrid). Hechos así nos convencen de las grandes amenazas a las que se enfrenta la fauna silvestre, pero al mismo tiempo refuerzan nuestro compromiso de seguir trabajando en todos los frentes a favor de nuestras especies.
El proyecto de reintroducción del buitre negro en los Pirineos está promovido por la Generalitat de Catalunya (a través del Departament d'Agricultura, Ramaderia, Pesca i Alimentació y el Departament de Territori i Sostenibilitat) y Fundació Catalunya–La Pedrera. GREFA y Trenca participan en el asesoramiento y la ejecución del proyecto, junto con el personal del Espai Natura Muntanya d'Alinyà y de la Reserva Nacional de Caza de Boumort. La Obra Social “la Caixa” (vía convenio con la Generalitat de Catalunya) y REE participan de manera destacada en la financiación del proyecto.