La radiografía reveló que se trataba de un ejemplar disparado, y un perdigón había alcanzado el cúbito provocando una fisura en el lugar del impacto.

Además, pudimos observar un perdigón en la cabeza, culpable posiblemente del deterioro de la visión que este animal presenta en el ojo izquierdo.

Aunque la lesión en el ala parece que tendrá solución, no podemos asegurar lo mismo con la lesión del ojo, que vigilaremos de cerca para valorar cualquier cambio.
Otro ejemplo más de la mala fe de algunas personas, que disparan a “ lo que sea” y “cuando sea”.

Ratonero con vendaje en posadero Radiografía en la que se ven los perdigones