Se trataba de una hembra adulta de una de las aves más amenazadas del planeta, con territorio en la Sierra Oeste de la Comunidad de Madrid, donde desde GREFA hacemos el seguimiento de varias parejas de esta emblemática especie. El golpe para el macho de la pareja mermada es evidente y ahora se verá obligado a encontrar una nueva hembra para reanudar su función reproductora. El ejemplar electrocutado se suma a las miles de aves que año tras años mueren por electrocución en España y que ponen en peligro los esfuerzos de conservación destinados a aumentar las poblaciones de especies tan amenazadas como el águila imperial, el águila perdicera o de Bonelli y el águila real.

Se da la circunstancia de que el pasado 14 de septiembre se presentó la Plataforma SOS Tendidos Eléctricos, con la que nueve organizaciones ligadas a la conservación de la naturaleza, entre ellas GREFA, quieren alertan del grave impacto que sobre la avifauna y la biodiversidad provoca la electrocución en tendidos carentes de medidas antielectrocución, solicitando acciones y compromisos de las Administraciones y compañías eléctricas para minimizar la mortalidad de nuestras aves más amenazadas.

La notificación a la Consejería de Medio Ambiente de la Comunidad de Madrid del ingreso del águila imperial en nuestro hospital de fauna y del consiguiente informe forense, junto con el acta de recogida del cadáver de los Agentes Forestales, debe llevar al Área de Flora y Fauna de la citada consejería a tomar la medidas apropiadas para evitar que se sigan repitiendo estos hechos.

El águila imperial electrocutada en Navalagamella (Madrid), en la sala de necropsias de GREFA.El águila imperial electrocutada en Navalagamella (Madrid), en la sala de necropsias de GREFA. Primer plano del águila imperial muerta por electrocución en Navalagamella (Madrid).Primer plano del águila imperial muerta por electrocución en Navalagamella (Madrid).