El águila imperial Susana incuba su puesta de 2014 en el nido que regenta al norte de la provincia de Toledo. La mala calidad de la imagen se debe a la distancia a la que se vigila el nido para evitar molestias (foto: GREFA).
El águila imperial Susana incuba su puesta de 2014 en el nido que regenta al norte de la provincia de Toledo. La mala calidad de la imagen se debe a la distancia a la que se vigila el nido para evitar molestias (foto: GREFA).

Me gusta escribir sobre Susana. A sus seis años de edad, esta hembra de águila imperial no deja de darnos buenas noticias cada temporada de cría. Y eso que sus comienzos fueron más bien accidentados, tanto como para quedar gravemente herida por culpa de un tendido eléctrico al poco tiempo de abandonar el nido e iniciar su dispersión juvenil. Pero como no hay bien que por mal no venga, ese primer tropiezo se tradujo en una temporadita de cura y rehabilitación en el hospital de fauna silvestre de GREFA, en Majadahonda (Madrid).

Cuando Susana fue recuperada para la vida en libertad por los veterinarios y rehabilitadores de GREFA se la devolvió a la naturaleza con un emisor, allá por la primavera de 2009. Desde entonces ha sido seguida constantemente, hasta el punto de que no existe un águila imperial de la que se haya estado tan pendiente durante tanto tiempo. Gracias a ello sabemos que ha formado pareja, que ha elegido como territorio una zona del norte de la provincia de Toledo y que a partir de 2012 ha empezado a reproducirse que da gusto: desde entonces, en tres temporadas de cría sucesiva, ha sacado adelante nada menos que ocho pollos.

Bolas y Olalla antes de su marcaje  (foto: Francisco Márquez). Bolas y Olalla antes de su marcaje (foto: Francisco Márquez). Bolas y Olalla antes de su marcaje  (foto: Francisco Márquez). Bolas y Olalla antes de su marcaje (foto: Francisco Márquez).

Todos estos pollos ya sobrevuelan los cielos ibéricos y están afianzando la población española de águila imperial ibérica, que es uno de los grandes tesoros de nuestra naturaleza. No está de más recordar que esta especie es un ejemplo claro de que cuando se trabaja mucho y bien a favor de la fauna amenazada se consiguen cosas, en este caso un censo actual de más de cuatrocientas parejas, cuando hace veinte años apenas superaba el centenar y se temía por su desaparición definitiva de la faz de la tierra.

Las águilas imperiales están empezando a colonizar hábitats nuevos fuera de las dehesas y montes mediterráneos donde las teníamos mentalmente ubicadas y Susana no iba a ser menos: en un chopo solitario en el típico paisaje manchego de inacabables viñedos y algo de olivar, ahí es donde ha ido a poner el nido nuestra amiga. No tiene un pelo (pluma) de tonta, ya que si algo abunda en la zona son perdices, liebres y conejos.

l especialista Víctor García Matarranz sube al nido de Susana para recoger los dos pollos que esta ave ha criado en 2014 y así poder marcarlos con emisores satelitales (foto: Francisco Márquez).l especialista Víctor García Matarranz sube al nido de Susana para recoger los dos pollos que esta ave ha criado en 2014 y así poder marcarlos con emisores satelitales (foto: Francisco Márquez). El veterinario Fernando González, ayudado por la bióloga Lorena Juste, chequean el estado de salud de uno de los pollos de Susana antes de colocarle el emisor (foto: Francisco Márquez). El veterinario Fernando González, ayudado por la bióloga Lorena Juste, chequean el estado de salud de uno de los pollos de Susana antes de colocarle el emisor (foto: Francisco Márquez).

El flanco de la educación ambiental

La "vocación" de informante de Susana, que tanto nos ha enseñado sobre la biología de la especie, la tiene también su descendencia. Además de ella, nada menos que cuatro de sus vástagos mantienen sus emisores satelitales activos tras ser marcados en el nido cuando aún eran pollos, dos nacidos en 2012 (Candela y Moro) y los otros dos en 2014 (Bolas y Olalla). Los mayores ya hace tiempo que iniciaron su dispersión juvenil por el centro peninsular, mientras que los de este año siguen frecuentando la zona del nido, aunque ya han hecho alguna incursión por el sur de la Comunidad de Madrid.

Me parece envidiable la sensación que tendrán los naturalistas que están siguiendo los movimientos de Susana y su prole –al igual que otros equipos que hacen lo propio con otras águilas imperiales en el resto de su área de distribución española– de estar contribuyendo a un mejor conocimiento y conservación de esta joya de nuestra fauna.

Pero no nos olvidemos que igual de importante es mantener activo el flanco de la educación ambiental, algo que GREFA ha querido reforzar con la reciente incorporación de dos águilas imperiales irrecuperables para la vida en libertad al centro "Naturaleza viva". Todo un regalo para los visitantes, que podrán contemplar de cerca una especie que ha escrito muchas de las páginas de la historia de la conservación de la vida silvestre en nuestro país.

Víctor García Matarranz (a la derecha), ayudado por Ernesto Álvarez, presidente de GREFA, coloca un emisor a uno de los pollos de Susana  (foto: Francisco Márquez).Víctor García Matarranz (a la derecha), ayudado por Ernesto Álvarez, presidente de GREFA, coloca un emisor a uno de los pollos de Susana (foto: Francisco Márquez). Estas dos águilas imperiales son Bolas y Olalla, los pollos de Susana nacidos en 2014 que han sido marcados con emisores satelitales para facilitar su seguimiento científico (foto: Francisco Márquez).Estas dos águilas imperiales son Bolas y Olalla, los pollos de Susana nacidos en 2014 que han sido marcados con emisores satelitales para facilitar su seguimiento científico (foto: Francisco Márquez).

Agradecimientos

A Francisco Márquez por habernos cedido la mayoría de las fotografías que ilustran este artículo.

Más sobre el águila imperial 'Susana'

http://goo.gl/fQdIyY


'NATURALEZA VIVA': VER SIN MOLESTAR

En el centro “Naturaleza Viva” varios recintos diseñados para ser visitados albergan animales que tras su ingreso en el hospital de fauna no pudieron recuperar las condiciones necesarias para su liberación en el medio natural. Cada recinto está dedicado a un grupo faunístico y se ha recreado el hábitat de las especies que alberga: el de las grandes rapaces, el de las rapaces nocturnas, el de los buitres, donde se reproduce lo que es el ambiente de un muladar, el que simula una colonia de cernícalo primilla en un edificio... En todos ellos, unos amplios cristales espía permiten observar sin que los animales se sientan intimidados. Más en http://goo.gl/bIRVgV