El domingo pasado soltamos un milano real en unos cerros de Valdemorillo (Madrid), después de que lográsemos en nuestro Hospital de Fauna Salvaje la recuperación de este ejemplar de una especie catalogada como en peligro de extinción en España. Se da la circunstancia de que esta liberación es el punto culminante de un apadrinamiento que desde GREFA hemos formalizado como regalo de bodas a uno de nuestros voluntarios, Fel, integrado en el Equipo de Rescate de GREFA, y de su pareja Bea. Creemos que es una bonita manera de reconocer y agradecer la implicación de personas como él en nuestro trabajo con la fauna silvestre más necesitada. Al milano real apadrinado le hemos dado en llamar Felybea, ya imagináis por qué.
El milano real ingresó en su día nuestras instalaciones a causa de un disparo del que fue víctima. El impacto estuvo a punto de provocar la muerte del ave o cuanto menos su incapacidad para ser liberado. Pero por suerte y gracias al esfuerzo de nuestros veterinarios y rehabilitadores pudo ser recuperada para volver a la vida en libertad. Después de una prueba de musculación en campo abierto se procedió a su suelta. El milano real fue marcado con un emisor GSM/GPS, lo que permitirá su seguimiento continuado en la naturaleza. Los datos que trasmita serán incorporados al estudio a largo plazo que estamos desarrollando con otros ejemplares de esta especie marcados por nosotros en la Comunidad de Madrid en los últimos años.
La suelta fue espectacular. El milano real, una vez liberado, se mostró delante de sus liberadores como si nunca hubiera pasado por el Hospital de Fauna de GREFA, de tan buena presencia y aptitud para el vuelo que presentaba. Como buen planeador, en cuanto pudo "se colgó" en la primera térmica que alcanzó y se pasó "cabalgando" en ella más de media hora. Nuestro voluntario y flamante padrino no salía de su asombro al ver que después de salir de una térmica ascendente, el ave se perdía en otra. Finalmente se alejó hasta perderse en el cielo. Las descargas telemétricas posteriores a partir de la información enviada por el emisor nos indicaron que el ave bajó a dormir, después de disfrutar un par de horas volando, suponemos que no sin riesgos, ya que era el típico día de caza en los campos y montes por los que se estaba moviendo.
Deseamos la mejor de las suertes en esta segunda oportunidad que hemos brindado a un milano real, al mismo tiempo que hemos querido reconocer la enorme contribución que nuestros voluntarios hacen a la conservación de nuestras especies amenazadas.