Anualmente durante la campaña de conservación de los aguiluchos y durante la cosecha mecanizada del cereal tenemos que rescatar decenas de pollos y los huevos de algunas nidadas. Muchos de ellos por la edad aún no son capaces de termoregular por lo que si no hay suficiente cobertura de cereal o capacidad para dejarlos en lindes próximas tenemos que traerlos a nuestro centro de Recuperación hasta que alcanzan la edad conveniente para su reintroducción.
Son los aguiluchos unas aves cuya adaptación a las estepas y a las campiñas cerealistas les llevó a refugiarse en la cobertura que les producen los tallos y las espigas para hacer sus nidos y sacar adelante su prole. Son los aguiluchos aves que por esta adaptación sufren las consecuencias de la cosecha mecanizada del cereal cuando ya granadas las espigas las cosechadoras recolectan el ansiado grano no pudiendo los pollos evitar las fauces de las máquinas.
A mediados de agosto los aguiluchos comienzan el periplo viajero que les llevará a Africa para pasar los meses de invierno. Es también en estas fechas cuando el hacking de aguiluchos que durante los meses de julio y agosto hemos mantenido en el municipio de Pinto, se da por concluido ya que la treintena de pollos que han sido liberados mediante esta técnica también han abandonado la zona y comenzado su migración que les llevará hasta el Africa Transahariana.
Estos días estamos dando inicio a la campaña de conservación de las especies ibéricas de aguiluchos que GREFA desarrolla desde hace más de una década en la Comunidad de Madrid.
Llegado finales de junio las cosechadoras irrumpen en los campos de cebada y trigo para recoger la simiente que la tierra ha estado alimentando durante meses… lo que es la fiesta de ver finalizado un ciclo ( no ha mucho que tras la cosecha se iniciaban las fiestas de muchas localidades), para muchos pollos de aguiluchos no volantones se convierte en un dramático y terrible final pues los pollos sucumben al paso de la maquinaria agrícola.