Una de las labores vitales de un Hospital de Fauna Salvaje como GREFA es la desempeñada por nuestro Equipo de Rescate. Sin su movilidad y asistencia continua serían inviables los miles de ingresos anuales de animales en apuros en nuestras instalaciones. Desde que lo pusimos en marcha hace más de diez años, este servicio único en la Comunidad de Madrid se mantiene operativo las 24 horas todos los días del año. Su misión es informar a los ciudadanos de los pasos que deben seguir cuando encuentran un animal herido o en peligro y, cuando las circunstancias lo requieran, desplazarnos para recoger al ejemplar allí donde se necesite y trasladarlo a nuestro centro.
Una vez más, nos vemos obligados a difundir este tipo de noticias, que nos preocupan y entristecen a partes iguales. Y es que, en poco más de un mes que llevamos de este 2017, ya han ingresado cuatro animales víctimas de disparos en nuestro Hospital de Fauna Salvaje, procedentes de diferentes puntos de la Comunidad de Madrid. En concreto hablamos de un busardo ratonero (ingresó el 1 de enero), un azor común (ingresó el 6 de enero), un ánade real (ingresó el 6 de febrero) y un cormorán grande (ingresó el 8 de febrero).
En GREFA siempre hemos considerado importante crear una sinergia con nuestros Cuerpos de Seguridad para trabajar juntos en la protección y conservación de la fauna salvaje. De este modo podremos actuar de manera eficaz en los rescates y recogidas que se nos plantean, para lo que resulta vital la colaboración de los agentes. En muchas ocasiones, son los primeros en realizar un aviso y, por ende, los primeros en actuar sobre el animal herido. Sin embargo, esta actuación debe realizarse con seguridad y teniendo ciertos conocimientos que desde hace años pretendemos hacer llegar mediante la realización de cursos organizados e impartidos por GREFA, en especial el "Curso de manejo de fauna salvaje herida dirigido a los Cuerpos de Seguridad".
Cada año se produce un aumento significativo del número de animales que recibe nuestro Hospital de Fauna Salvaje. Suponemos que este incremento se debe a diversos factores, como son una mayor sensibilidad ciudadana por el cuidado de la naturaleza y el crecimiento de GREFA como institución. Aunque, desde el punto de vista negativo, es importante tener en cuenta el impacto del incremento de actividades humanas que ponen en peligro a nuestra especies de manera directa o indirecta.
Sin duda el buitre negro es una de nuestras especies más carismáticas, a la que dedicamos un importante esfuerzo para recuperar sus poblaciones a través del Proyecto Monachus de GREFA. Recientemente pudimos rescatar en la Comunidad de Madrid a un ejemplar de esta especie, gracias al aviso de un particular concienciado, aunque nuestros desvelos para salvar al ave fueron finalmente en vano ante la gravedad de sus lesiones. Todo comenzó el pasado 28 de enero...