Poyales, buitre negro, de vuelta a su nido tras el marcajeHay quien nace con buena estrella y quien nace estrellado.

Y si no, que se lo digan a Poyales (9VW) que se salvó por los pelos o mejor dicho, por las plumas, de morir calcinado en el terrible incendio que asoló el verano pasado las riberas del Cofio, en el oeste de Madrid.

El caso es que este buitre negro, anillado en 2012 en el nido por personal de GREFA y equipado desde entonces con un emisor de seguimiento terrestre, desapareció de la zona natal de Valdemaqueda en enero de 2013 y ya no habíamos vuelto a tener ningún contacto suyo.

Pero ¡oh, sorpresa!, de repente es avistado en menos de una semana y en tres puntos sucesivos, bien alejados entre sí, dentro del cuadrante nordeste de la península ibérica: 7 de junio en el PAS de Planoles (Girona), 10 de junio en Cal Hortò y PAS de Boumort (Lleida) y 11 de Junio en el PAS de Mas d`Bunyol (Teruel).

Está claro que, o bien Poyales maneja alguna Guía de Restaurantes para Buitres, lo cual sería una suerte para él. O bien le escoltan otros ejemplares, negros o leonados, más expertos en navegación aérea y buenos conocedores de las rutas que enlazan las montañas del occidente europeo, en cuyo caso también le estaría sonriendo la fortuna.

Dicho lo cual, no resulta extraño que, contemporáneamente a Poyales, aparecieran en la zona de Boumort seis buitres negros exógenos de diferentes edades y de origen presumiblemente ibérico. De los cuales cuatro no portaban anillas y el quinto había sido anillado como pollo en Rascafría (Madrid).

Juanjo con Poyales durante el marcaje Marcando a Poyales, buitre negro Equipo de trabajo durante el marcaje de Poyales

¿Y qué significado tiene este trasiego vulturino?

Pues, ni más ni menos, que acaba de abrirse la temporada de verano para los buitres negros ibéricos. Y desde las colonias del centro y SW peninsular se produce un desplazamiento, cada año más notable, de individuos no emparejados en dirección NE, a las estribaciones de la cordillera pirenaica. Aquí permanecerán hasta la llegada de las primeras nieves, cuando serán reemplazados por contingentes de las colonias francesas Recordemos que éstas son creadas, igual que la de Boumort, gracias a proyectos de reintroducción de ejemplares rehabilitados o nacidos en cautividad.

En conclusión, con la iniciativa de Boumort-Alinyà no solo se está recuperando una especie desaparecida sino, a la par, los ancestrales patrones migratorios que conectaban a los diferentes núcleos europeos de buitre negro al ritmo de las estaciones, siguiendo el paso de las manadas de ungulados silvestres o de los rebaños de ganado doméstico.

Mario, Ernesto y Lorena
Equipo de trabajo de Boumort-Alinyà