"Soraya" y "Hegoa" son dos águilas de Bonelli muy especiales. Aunque ambas son hembras, han formado una pareja e incluso regentan un territorio de cría en la Montaña Alavesa. Para aprovechar su instinto reproductor, los huevos infértiles de su puesta de 2024 fueron reemplazados por "Entzia", un pollo de la misma especie criado en cautividad. La buena noticia es que el intercambio ha funcionado a la perfección.
"Soraya" forma parte del programa de reforzamiento poblacional del águila de Bonelli o águila perdicera en Álava con el que GREFA viene trabajando desde hace años, con el objetivo de recuperar las poblaciones desaparecidas de esta rapaz amenazada en el País Vasco y la Meseta Norte. Resulta que esta hembra regentaba un territorio en compañía de un macho en la Montaña Alavesa, pero apareció un tercer ejemplar en discordia que desplazó al integrante masculino de la pareja. Hasta ahí todo normal, puesto que este tipo de disputas territoriales están a la orden del día entre las grandes rapaces, tal y como estamos comprobando gracias a los emisores GPS que portan todas las águilas de Bonelli que liberamos.
Lo inusual del caso es que el macho no había sido expulsado por otro individuo de su mismo sexo, sino por otra hembra ("Hegoa") cuya intención era emparejarse con la titular de aquellos dominios. No cabía ninguna duda respecto a la solidez de la relación, pero aquello planteaba un problema de difícil solución: que ambas pudieran tener descendencia. Y no será porque no lo intentaran, porque huevos ponían, pero lógicamente ninguno de ellos estaba fecundado. Aquí es donde la historia da un sorprendente giro al entrar de nuevo en escena GREFA para darles la oportunidad de tener al pollo que tanto deseaban.
Lo que parecía imposible se puso en marcha gracias a un acuerdo al que llegamos con la Diputación Foral de Álava, por el que nos comprometimos a reservar para "Soraya" y "Hegoa" un pollo de los que nacieran en nuestro programa de cría en cautividad del águila de Bonelli que llevamos a cabo en las instalaciones de GREFA en Majadahonda (Madrid). Obviamente tendría que ser un ave nacida más o menos cuando en teoría debían eclosionar los huevos infértiles del nido de "Soraya" y "Hegoa". El plan consistía en aprovechar el instinto maternal que nuestras dos protagonistas mantenían con sus huevos infértiles para, en una rápida maniobra, reemplazarlos por esa águila de Bonelli de pocos días de edad nacida en nuestras instalaciones.
Dicho y hecho. Dos miembros de GREFA llevaron el pollo nacido en nuestro centro al territorio alavés de "Soraya" y "Hegoa" y un equipo especializado en trabajos en altura de la Diputación Foral de Álava colocó al pequeñín en el nido. Al poco tiempo aparecieron las dos hembras de águila de Bonelli y se posaron en el nido: tan buena acogida le dieron al pollo que parecía que competían entre sí por darle calor y cebarle. Este intercambio es una técnica que se conoce como "fostering" y que hemos puesto en práctica con éxito en múltiples ocasiones con diversas especies de rapaces. Pero que sepamos nunca hasta ahora se había hecho con una pareja del mismo sexo y por lo tanto nos atrevemos a calificarlo de algo pionero.
El "cambiazo", realizado en abril de 2024, salió a pedir de boca y "Soraya" y "Hegoa" adoptaron sin problemas al pequeño pollo, que recibió el nombre de "Entzia". A ellas les dimos algo que nunca habrían podido conseguir de forma natural y al pollo la oportunidad de ser criado por una pareja de su especie. Qué mejor ejemplo de estrategia “win-win” en la que todos ganan y no hay contrapartidas para nadie. A "Entzia" se le colocó un emisor GPS y por estas fechas, tras abandonar el nido, ya vuela sin problemas en su hábitat natural e incluso ha iniciado su fase dispersiva.
Otros emparejamientos del mismo sexo
Si "Soraya" y "Hegoa" siguen regentando este territorio alavés y disponemos de pollos suficientes, es muy posible que el año que viene intentemos repetir la misma jugada, incluso con dos ejemplares. No es la primera vez que en GREFA nos encontramos con casos similares de animales del mismo sexo que se emparejan. Recordamos ahora el caso de los buitres negros "Hornos" y "Grévol", dos machos que liberamos en 2013 en el Prepirineo catalán y que dos años más tarde decidieron formalizar su relación.
Otro tanto ocurrió cuando ampliamos el Proyecto Monachus de GREFA al Sistema Ibérico norte, en la Sierra de la Demanda, donde en 2018 los machos "Arpín" y "Zoroastro" fueron observados cortejándose abiertamente, ofreciéndose palos, compartiendo comida, acicalándose el uno al otro y haciendo vuelos en tándem antes de dirigirse juntos al dormidero. Como veis, hablando de afectos, las personas no hemos inventado nada y las relaciones humanas, incluidas aquellas entre el mismo sexo, no son más que un fiel reflejo de lo que ocurre en la naturaleza.
Si te apetece conocer más vidas de animales salvajes tan interesantes como las de "Soraya", "Hegoa" y "Entzia" accede al blog "Las Historias de GREFA". Y si quieres colaborar en nuestra labor de conservación, recuperación y seguimiento de especies como el águila de Bonelli, para nosotros es fundamental tu ayuda. ¡Apoya a GREFA!
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