Quienes apadrinan animales irrecuperables (imposibilitados para la vida en libertad) saben que nunca disfrutarán del momento mágico que supondría devolver a ese animal a la naturaleza. A cambio experimentan otras sensaciones incomparables, como mantener a lo largo del tiempo un vínculo muy especial con su ahijado. Es el caso de Edith, madrina de nada menos que de seis de nuestros búhos reales irrecuperables.
En 2013 un buitre negro casi recién nacido, perteneciente a la colonia de la especie que establecimos en Pirineos, vivió una epopeya tan singular que doce años más tarde aún no hemos repetido nada parecido. "Mim" tuvo padres biológicos, padres adoptivos y hasta un hermanastro de otra especie. La suya es una extraordinaria historia de nidos cruzados, de un ir y venir de pollos y del triunfo de la supervivencia.
No es habitual que en el Hospital de Fauna Salvaje de GREFA ingresen flamencos. De hecho, solo habíamos atendido a dos ejemplares de esa fascinante especie antes de que en 2021 “Mingo” viniese a parar a nuestro centro, víctima de una intoxicación por plomo. Así que no es de extrañar que su llegada despertase tanta curiosidad como simpatía. Hoy en día, totalmente recuperado, vive en una zona húmeda litoral de Portugal.
De las muchas crueldades que el ser humano es capaz de cometer con los animales, quizás una de las peores sea tratar a un ser vivo como basura. Por suerte los cuatro zorrillos protagonistas de esta historia fueron vistos a tiempo dentro del contenedor de escombros al que habían sido arrojados en la sierra madrileña, lo que permitió dar un giro de 180 grados al trágico final que les esperaba.
"¡Aguaaa!, ¡aguaaa”! De pronto ese grito rasgó el aire en un tórrido día de verano y temimos algún problema con los bebederos en la zona de donde provenía aquella llamada desesperada. Sin embargo, al llegar allí corriendo lo que nos encontramos fue a "Cornelius", un macho de corneja y gran amigo de GREFA, disfrutando como un enano de su broma y encantado del resultado que había tenido su peculiar sentido del humor.
“6005743” es la anilla oficial que identifica de manera individual e inequívoca a la heroína de esta historia. Un número aparentemente como cualquier otro pero detrás del que se esconden cifras de auténtico récord: longevidad, recapturas, productividad, descendencia, presas... La lechuza “Dama Blanca” no deja de batir marcas dentro de nuestro proyecto de Control Biológico de Topillo Campesino.
"Soraya" y "Hegoa" son dos águilas de Bonelli muy especiales. Aunque ambas son hembras, han formado una pareja e incluso regentan un territorio de cría en la Montaña Alavesa. Para aprovechar su instinto reproductor, los huevos infértiles de su puesta de 2024 fueron reemplazados por "Entzia", un pollo de la misma especie criado en cautividad. La buena noticia es que el intercambio ha funcionado a la perfección.
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