Hace escasas semanas os informábamos de que la Junta de Andalucía, en su compromiso con la conservación y los programas de recuperación de las carroñeras, había cedido una pareja de buitres negros reproductora al centro de cría en cautividad de GREFA. Os informábamos, además, de que la instalación había sido adaptada especialmente a sus necesidades.
Pues bien, esta pareja cuyos nombres son Duquesa (nombre que la hembra recibió en el centro de recuperación de fauna en el que estuvo anteriormente) y Almanzor (bautizado por un compañero de GREFA Andalucía) se han establecido en su nuevo "territorio" y parecen empezar a sentirse cómodos. Sobra decir que una "mudanza" de este tipo y tratándose de una pareja reproductora es siempre un momento estresante para todos (aves y cuidadores), por lo que esperábamos ansiosos las primeras señales de tranquilidad y territorialismo en su nueva instalación.
Duquesa, hasta el momento la más dubitativa, permanece en la plataforma secundaria, acondicionándola por las tardes a la hora de dormir, moviendo tímidamente algunas ramas para hacer su cama un poco más cómoda. Esta ave tiene una lesión en el carpo que le impide volar y es por ella por quién la instalación fue especialmente acondicionada (numerosas rampas y plataformas le facilitan increíblemente la movilidad).
Almanzor, cuya única lesión es la falta de un ojo, ha sido el que más rápidamente se ha adaptado, y es que en esta especie los machos parecen copar mejor con los cambios y su instinto reproductor les empuja a adaptarse en poco tiempo a ellos. Además, ha comenzado a construir o "destruir" (como lo queramos llamar) el nido que tan amablemente le habíamos preparado. Ha entrado en el nido y no le ha gustado lo que ha visto: como cualquier hijo de vecino que se muda, su primera idea es una rehabilitación integral del hogar que le de un cambio radical y en ello ha pasado un buen rato.
Esperamos que este comportamiento de Duquesa y Almanzor sea el inicio de un gran futuro como reproductores en GREFA.