El pasado 29 de julio, el equipo de rescate de GREFA recibió un aviso sobre un tejón tendido en la carretera cerca de Pinilla del Valle con evidencias de haber sido atropellado.
Nuestro equipo acudió a su rescate encontrándose con un joven ejemplar de tejón (Meles meles) que había sido recogido por un particular. El hecho de que el animal estuviera inconsciente, posibilitó a la persona que dio el aviso el recoger al animal sin ningún tipo de contención especial, ya que, en condiciones normales, sus robustas patas provistas de fuertes uñas y la fuerza de la que están dotados, los hace ser animales peligrosos y de difícil manejo.
Se trasladó lo más rápidamente posible al animal a las instalaciones del hospital de GREFA, dónde se procedió a realizar un completo examen neurológico y traumatológico, incluyendo ecografías y radiografías. El examen clínico, unido a la historia del animal, llevó al diagnóstico de un posible edema cerebral provocado por un traumatismo craneoencefálico por colisión. El animal se encontraba inconsciente, débil y con una baja frecuencia cardiaca; sin fracturas visibles, ni daños internos graves evidentes, tan sólo leves heridas en piel, una espiga en un ojo y un babeo abundante. Un vez conocido el diagnóstico se comenzó el tratamiento del animal con muy mal pronóstico, debido a la gravedad de las lesiones que no podían definirse con exactitud.
Las primeras 48 horas del paciente fueron muy críticas. En las 24 horas siguientes al accidente el animal alzaba levemente la cabeza, pero no era capaza de mantenerla erguida ni de ponerse en pie. La lenta evolución del paciente, indicaba que los daños podían haber sido permanentes, sin embargo el hecho de que siguiera aumentando su nivel de consciencia hizo que no se perdieran las esperanzas. Al fin, el cuarto día, se vio al animal de pie y andando en círculos por la instalación. Se pudo empezar entonces a alimentarle con jeringuilla, ya que en estos días sólo había podido mantenerse con suero.
Tras más de dos semanas de tratamiento, en las que se fue estimulando poco a poco al animal a comer por sí sólo y se vieron desaparecer paulatinamente los signos neurológicos, se considera que el animal está recuperado desde el punto de vista veterinario. El pasado 16 de agosto se le pudo transferir felizmente al departamento de rehabilitación, sus instalaciones, más amplias y mejor acondicionadas para un animal sano, le darán la posibilidad de restablecerse por completo, coger fuerzas y volver a su tejonera para llegar a ser un tejón adulto, fuerte y libre.
Esta es la historia del tejón durmiente, que gracias a la buena acción de la persona que dio el aviso, la rapidez y eficiencia del equipo de rescate, la perseverancia de todo el equipo de enfermería de GREFA pudo despertar de su sueño.