Elisa Villén durante su exposición acerca de la problemática de la ivermectina en el medio natural.
Elisa Villén durante su exposición acerca de la problemática de la ivermectina en el medio natural.

El pasado 11 de febrero tuvo lugar en el Centro de Información y Educación Ambiental de la Dehesa de la Villa (Madrid) una jornada que ahondó en el papel de las mujeres en la ciencia tanto históricamente como en la actualidad. Nuestra ONG participó en esta importante cita de la mano de la investigadora Elisa Villén, quien mostró a los asistentes el impacto ambiental de la ivermectina, un medicamento de uso veterinario.

Las científicas de ayer y hoy

La jornada “Aperitivo con científicas” arrancó con la intervención, en primer lugar, de Marina Rodríguez Baras, investigadora del Centro Astronómico Nacional. Rodríguez habló a los asistentes del recorrido profesional de algunas mujeres científicas españolas que, a pesar de las dificultades que tuvieron para llegar a ocupar los puestos que les permitieron investigar en diversas áreas del conocimiento, son a día de hoy poco conocidas.

A continuación, intervinieron Macarena Muñoz, Manuela Garnica, Fernanda Gonçalves, Mercedes Uscola y Elisa Villén, que centraron su intervención en los temas en los que trabajan en la actualidad y que van desde la innovación para la depuración de aguas hasta la investigación de las propiedades de nanomateriales. Además, también realizan charlas sobre los avances científicos que tienen lugar en las áreas del conocimiento a las que estas mujeres están contribuyendo.

De izquierda a derecha, las científicas Mercedes Uscola, Elisa Villén, Fernanda Gonçalves y Manuela Garnica.De izquierda a derecha, las científicas Mercedes Uscola, Elisa Villén, Fernanda Gonçalves y Manuela Garnica.

Después fue el turno de Elisa Villén quien expuso la problemática de la ivermectina para el medio natural. Desde hace varios años Villén trabaja para GREFA en un proyecto, en colaboración con WWF, para la transferencia del conocimiento científico disponible y la búsqueda de soluciones al impacto ambiental de este medicamento.

Un ‘regalo’ envenenado

La ivermectina es un fármaco antiparasitario muy utilizado en la ganadería ya que es seguro, eficaz y barato. Pero se excreta en las heces y es tóxico para los escarabajos peloteros que, cuando acuden a descomponer los excrementos, se intoxican y mueren. Esto ha provocado un descenso preocupante de las comunidades de estos coleópteros. Además, al no realizarse el servicio ecosistémico de la descomposición de los excrementos, el suelo se degrada. Por otro lado, el uso continuo está favoreciendo la aparición de parásitos resistentes a este fármaco, lo que hace que pierda eficacia. Precisamente Elisa Villén es una de las firmantes de un artículo sobre el impacto de la ivermectina en el medio natural que aparecerá publicado en el número de marzo de 2023 de la prestigiosa revista Quercus.

Marina Rodríguez durante su exposición sobre el pasado, presente y futuro de las mujeres en la ciencia.Marina Rodríguez durante su exposición sobre el pasado, presente y futuro de las mujeres en la ciencia.

El uso de este medicamento sin el cuidado que requiere está provocando que algunos rebaños en extensivo estén contribuyendo a la degradación del suelo, cuando de forma natural el pastoreo favorece su regeneración. Por eso es esencial transmitir este conocimiento a los ganaderos y veterinarios ya que, en su mayoría, no son conocedores de esta problemática. Existen alternativas al uso de este fármaco, por ejemplo, la moxidectina y otras familias de antiparasitarios son menos tóxicas. El uso de extractos plantas con efecto antiparasitario es una herramienta muy interesante que además evita la aparición de resistencias por parte de los parásitos. Por otra parte, las medidas preventivas son la clave para evitar los problemas y los diagnósticos son necesarios para conocer el estado sanitario, lo que permite tomar decisiones para gestionar los parásitos y otras enfermedades adecuadamente.

Actividades como esta, que visibilizan el trabajo de las mujeres científicas, son esenciales para que la sociedad reconozca esta labor de una forma igualitaria. Además, permite que las niñas tengan referentes en este campo, lo que favorece que cada vez sean más las mujeres que se incorporan a la investigación científica, contribuyendo al avance del conocimiento.

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