En el año 2023 la recuperación del águila de Bonelli en la Comunidad de Madrid va viento en popa, pero no siempre fue así. Hace una década contábamos aún con pocos ejemplares liberados y la tasa de mortalidad era bastante elevada, por lo que pocos conseguían llegar a la edad adulta. A pesar de todo, poco a poco dos individuos empezaron a despuntar, sobreviviendo a las pruebas que la vida les iba poniendo en el camino. Sus nombres empezaron a sonar con fuerza en GREFA y más allá como un tótem: “Haza” y “Bélmez”.
“Haza” fue traslocada a la Comunidad de Madrid en el año 2014 desde su nido de nacimiento situado Jaén, mientras que “Bélmez” fue el protagonista de un rescate llevado a cabo un año más tarde en esa misma provincia andaluza. En 2016, tras sus vuelos dispersivos juveniles, ambos regresaron al lugar de la Sierra Oeste madrileña donde habían sido liberados por GREFA dentro del proyecto europeo LIFE Bonelli. Nos tenían a todos pendientes de sus andanzas y su posible emparejamiento; en esos momentos de ellos dependía en buena medida el futuro y la viabilidad de su especie en la zona centro de la Península Ibérica, hasta el punto de que alguien los llegó a calificar como "la gran esperanza alada".
Mucha responsabilidad para una sola pareja, pero “Haza” y “Bélmez” supieron estar a la altura y respondieron. Tras una puesta inicial malograda trajeron al mundo en 2019 su primer pollo, “Cofio”. Luego vendrían en siguientes temporadas “Brujo” y “Montazo”, “Travieso” y “Herrera”, “Dragón” y “Apolo”, demostrando que no estaban dispuestos a dejar pasar ninguna campaña sin reproducirse y que además lo suyo era sacar crías adelante a pares.
En 2022 su primer descendiente, “Cofio”, empezó a regentar su propio territorio y encontró compañera, lo que nos hizo suponer que pronto harán abuelos a “Haza” y “Bélmez” por primera vez. Por desgracia “Cofio” ha sido víctima de las garras de otra gran ave rapaz en una disputa territorial, por lo que tendrá que ser otro de los descendientes el que dé continuidad a esta mítica saga. Mientras tanto, “Haza” y “Bélmez”, que aún son jóvenes, estamos totalmente convencidos de que seguirán dándonos muchas alegrías en forma de huevos y pollos. Y lo harán tras haber mejorado enormemente la situación de la especia y sin que ya todo no dependa de ellos, compartiendo el futuro de la especie con otras ocho parejas.
Los que seguimos de cerca en GREFA a “Haza” y “Bélmez” sabemos que se trata de dos animales muy especiales. No solo porque fueron los primeros, los pioneros, sino, y sobre todo, por su forma de ser y su carácter: ella, poderosa, inteligente, brava, desconfiada; y él noble, valiente, audaz, discreto. El uno para el otro, leales e inseparables compañeros desde hace siete años.