texto y fotos: Tony Peral
El pasado día 7 de Agosto incié una ruta por Marruecos en la que visité ciertas zonas de interés para las aves. En algunas ya había estado y otras iban a ser nuevas para mí, pero en todas ellas podía encontrar lugares interesantes para aquellas especies que pretendía ver. Todas las fotos de éste report són de éste viaje.
Agosto no és el mejor més para una ruta ornitológica, sobre todo la zona sur donde se alcanzan temperraturas que sobrepasan los 50ºC, aún así he podido constatar que muchas aves se mantienen bastante activas no sólo en las primeras horas del día sino incluso en las de medio día donde el calor se hace más difícil de soportar.
Tenía un itinerario marcado como base de la ruta a seguir pero me gusta ir cambiando e improvisando sobre la marcha. El macizo del Jbel Toubkal no estaba incluído en éste viaje, pero el cuerpo me lo pidió después de algunos días en el desierto, así que lo colé antes de escaparme hacia la costa.
He estado varias veces viajando por Marruecos aunque ésta és la segunda vez que lo hago como viaje de ruta ornitológica. Lo recomiendo muchísimo por varios motivos: 1º la cercanía a nuestro país lo hace bastante accesible desde cualquier punto de la península, 2º el interés de sus especies y la variedad que ofrecen sus habitats (desiertos, montañas y costas), 3º los precios tanto de combustibles como dietas y alojamientos son mucho más baratos que en España, y 4º lo que para mí és sin duda la mayor riqueza del país: sus gentes.
Inicié la ruta entrando por Tánger, dejando la autopista en Larache, dirección Meknes, para pasar la primera noche en el cedral de Azrou. Pasado Azrou, la carretera se adentra en el bosque. En el cruce de la carretera donde están los puestos de venta de fósiles tomo la pista que sale a la izquierda. Aproximadamente a un kilómetro hay una explanada muy buena para acampar a la derecha del camino. Pasé allí la tarde esperando al Pito de levaillant (Picus vailantii). No tardaron en aparecer varios. Mientras pasaba la tarde también se dejaron ver en aquella pradera bastantes grupos de Zorzal charlo (Turdus viscivorus), y los primeros Colirrojos diademados (Phoenicurus moussieri). También és facil ver aquí al Busardo moro (Buteo rufinus). Antes de anochecer un Gavilán (Accipiter nisus), a pocos metros me dedicó un lance mientras intentaba atrapar un pajarillo. Ya de noche escucho Chotacabras europeo (Caprimulgus europaeus).
A la mañana siguiente me dirijo temprano a las llanuras esteparias de los alrededores de Zeida. Por la carretera he podido ver bastantes Cernicalos primilla (Falco naumanni), varios Elanios (Elanus caeruleus) y Carraca europea (Coracias garrulus). En éstos llanos és posible ver la Alondra ricotí (Chersophilus duponti), aunque yo no tuve suerte. Si que pude ver fácilmente bastante Corredor (Cursorius cursor), y Collalba culirroja (Oenanthe moesta).
Durante la tarde me dirijo atravesando el Atlas hacia el Sur, con destino Merzouga. A través del túnel del legionario entro en las gargantas del Oued Ziz. Por el camino se hace muy común la Collalba negra (Oenanthe leucura), y una vez pasado Erfoud se ven la primeras Alondras ibis (Alaemon alaudipes). La omnipresente Collalba yebélica (Oenanthe leucopyga) se hará común desde aquí en todas las zonas deséricas y predesérticas.
Como no dependo de hoteles ni albergues puedo dormir cada noche en el sitio donde quiero amanecer, en éste caso, en la laguna de Merzouga. Por la mañana, según va clareando veo que el tamaño de la lámina de agua aún ocupa un par de hectareas.
Algunos años en éstas fechas ya está totalmente seca. El nivel de éste año permitió contar con casi cuatrocientos Flamencos (Phoenicopterus roseus), bastante Garza real (Ardea cinerea), más de cien Cigüeñas blancas (Ciconia ciconia), y bastante Chorlitejo chico (Charadrius dubius). Al poco comenzaron a entrar Tarro canelo (Tadorna ferruginea) en grupos de 10-15 hasta tener en la laguna 140 tarros dispuestos a pasar el día. A mediodía parto dirección Nord-Este en busca del oasis Saf-Sas. Primero hago una parada en el albergue Yasmina para ver si hay suerte con el gorrión sahariano (Passer simplex). Ya no queda agua en sus lagunas y tampoco encuentro al escaso gorrión por lo que retomo la ruta en busca de Saf-Sas.
Se trata de un lugar apartado y bastante interesante pues conserva agua todo el año en una zona bastante desolada en mucho kilometros. Éste oasis és un punto importante para los nómadas pues sus rebaños de cabras paran aquí con frecuencia para poder abrevar. Había estado en éste lugar hace ya algunos años por lo que iba a ser difícil encontrarlo de nuevo (no llevo GPS). Finalmente tras dos horas deambulando por el desierto lo encuentro. És un auténtico vergel de vida. Un pequeño palmeral en el tramo de un pequeño oued. Verifico que sigue activo el cagarrutero de una Gineta (Genetta genetta) en la parte alta de la brecha observado ya en 2008. Aquí puedo ver (y fotografiar relativamente cerca) un grupo de Ganga coronada (Pterocles coronatus). Son un grupo de unas 30. La mayoría hembras y jóvenes de éste año.
La segunda sorpresa en el oasis son dos Abejarucos pérsicos (Merops persicus). Un joven y un adulto. Tienen su posadero habituual (egagropilas) en un arbusto muy a la vista en la parte alta del oued. Entre otras aves fáciles de ver en éste lugar observo Cuervo desérticola (Corvus ruficollis), Terrera sahariana (Ammomanes deserti), y Avion isabelino (Ptynoprogne fuligula). De regreso sólo he visto un pajarillo a lo lejos, en el interior de un arbusto. Pequeño y a lo lejos. Difícil de identificar con prismáticos, me dió tiempo a sacar el telescopio. Finalmente puedo verla bien, Curruca sahariana occidental (Sylvia deserti). Mi primera y única en éste viaje.
Me dirijo a Boulmane Dadés, quiero amanecer mañana en pleno New TragdiltTrack. Aunque antes me doy una rápida escapada hacia Rissani para visitar las paredes del archiconocido Oued Reheris donde poder ver elBuho desértico (Bubo ascalaphus). No se vío finalmente, lo que no me extraña siendo las 4 de la tarde, con una temperatura de 39ºC y el sol incidiendo directamente sobre la roca desnuda. Si que veo sin embargo un espectacular bando de Cuevo deserticola (Corvus ruficollis) de 300 ejemplares en unas palmeras cercanas a un vertedero de ésta misma carretera.
A primera hora del día siguiente me encuentro junto al Tragdilt Track. Éste es un lugar muy bueno para pajarear pues se dan unas condiones de habitat de altiplanicie esteparia, ideal para determinadas especies. Comienzo la ruta tomando la carretera donde indica Ikniouen 40 km. A unos 6 kilometros sale una pista a la derecha indicada por un cartel: IGODMAN. Yo probé hacer éste camino en coche y andando y la primera opción resultó mucho mejor. Las aves se asustan menos. Mi primera gran sorpresa a la que tenía muchas ganas, Collalba magrebí (Oenanthe lugens), relativamante cerca (15 metros), aunque por desgracia no se dejó ver más que unos pocos segundos. Luego he intentado dar con ella en diferentes lugares donde se suele ver, pero sin éxito. Ésta fué la primera y única del viaje.
Desde el coche, junto a la pista un Halcón borní (Falco biarmicus erlangeri). Cuando llevo recorrido un par de kilometros me detengo en un una semidestruída construcción de adobe que veo a mi derecha. Apenas tiéne 5 muros en pié. Este punto resulta ser un espectáculo, desde aquí puedo ver varios ejemplarres (algunos muy cerca) de:
Collalba yebélica (Oenanthe leucopyga), Collalba culirroja (Oenanthe moesta), Collalba desértica (Oenanthe deserti), Alondra ibis (Alaemon alaudipes), Calandria picogorda (Ramphocoris clotbey), Camachuelo trompetero (Bucanetes githagineus), Alondra sahariana (Ermophila bilopha), Terrera sahariana (Ammomanes deserti) y Corredor (Cursorius cursor).
Continúo el camino hasta llegar al oued y al vertedero donde me dirijo de nuevo a la carretera y tomar una vez más el mismo desvío hacia Ikniouen, pero ésta vez con la idea de continuar hacia el Sur y atravesar el Jbel Sarhro hasta Nekob. És un recorrido muy recomendable si se viaja en 4x4 por la espectacularidad del paisaje. Mi intención és hacer noche en el puerto más alto, el Tizi-n´Tazazert a 2200 m.
Llego en unas 3 horas, y me dá tiempo a disfrutar de un largo paseo por éste magnífico macizo. Me parece un terreno perfecto para el Quebrantahuesos (Gypaetus barbatus), aunque me han dicho los lugareños que hace muchos años que dejó de habitar éstas cumbres. He visto una curiosa escena de dos jóvenes Collalbas de seebohm (Oenanthe seebohmi) hostigando a una gran culebra que reptaba por una pared rocosa. No han dejado de molestarla hasta que el ofidio se ha resguardado en una grieta.
El atardecer en éstas cumbres me han deparado uno de los mejores momentos del viaje. Realmente un verdadero espectáculo para los ojos. Poder ver ésto ya és un lujo, pero si además la montaña te regala un pareja de Águila azor perdicera (Aquila fasciata) en la peña de enfrente el día se habrá completado con el mejor broche posible. Mientas las observaba me sobrevoló otra rapaz. No he sabido con certeza de que se trataba hasta que he estudiado minuciosamente las fotografías que le hice, al tiempo que las compartí con amigos para que me dieran su opinión, pues a priori, ya me descolocaba que a 10 de Agosto, en pleno Atlas, a casi 2500 metros de altitud y volando dirección norte me pudiera encontrar un Aguilucho. Además su plumaje dificultaba determinar de que especie se trataba.
También aquí he visto algún Roquero solitario (Monticola solitarius), Vencejo moro (Apus affinis) y bastante Perdiz moruna (Alectoris barbara). Al día siguente continúo la pista dirección Sur hasta llegar a Nekob. Por el camino he visto bastante lagarto de cola espinosa (Uromastix acanthinuros) y las omnipresentes Ardillas morunas (Atlantoxerus getulus). Ya en Nekob tomo la carretera dirección Este para llegar al valle del Draa. Sin duda uno de los palmerales más impresionantes del Norte de África.
Me dirijo a Zagora. Una vez allí ocupo la tarde en buscar Ganga moteada (Pterocles senegallus). Hay un oued muy bueno donde ya las he visto años atrás. Se encuentra al final de la pista de aterrizaje que tiene Zagora en su salida por el Este. Finalmente no hay suerte con las gangas pero sí con un grupito de Tudoides rojizo (Turdoides fulva) que empezaron a entrar en una de las acacias que tenían como dormidero. Ya me iba cuando de repente en otra acacia mayor, una que se encuentra junto a la pista de aterrizaje, empezaron a entrar Abejarucos persicos (Merops persicus). Esperé frente al árbol y hasta que cayó la noche totalmente, entraron 200 abejarucos a aquel dormidero. Fué un espectaculo, sobre todo el sónido del tal griterío desde corta distancia.
A la mañana siguiente me dirijo a Tagounite, punto de partida de el próximo tramo que tengo previsto para ésta jornada. Por la carretera, de camino, en una de las torres del tendido eléctrico que tengo a mi derecha he visto otro Halcón borni (Falco biarmicus erlangeri). He estado un rato observandolo con el telescopio. Vedaderamente parece un halcón muy grande, al menos más corpulento que el peregrino.
En Europa ésta especie está en declive, con poco más de 300 parejas pero en Marruecos, a pesar de los expolios de pollos y huevos parece una especie con una población bastante estable.
Llego a Tagounite y tomo la pista que sale a la derecha entre la gasolinera y el colegio que hay antes del pueblo. Empiezo a ver las primeras Terreras colinegras (Ammomanes cinctura). Uno de mis objetivos de hoy és seguir buscando en éste desierto a las pteroclidas moteadas.Tengo por delante una pista de incómodo y pedregoso desierto y 164 kilometros hasta el próximo pueblo, Foum Zguid. Esto sólo se debe hacer si se dispone de 4x4 y mucha paciencia, pues és dificil pasar de 20 km/h y algunos tramos se hacen muy incomodos.
Además en éste día alcancé la máxima temperatura de mi viaje, 53ºC. Realmente reconozco que éste tramo en ésta situación fué bastante duro. Lo había hecho hace años, en primavera y no lo recordaba ni mucho menos tan extremo. Durante todo el trayecto dejo el Jbel Bani a mi derecha y en unas 4 horas de recorrido sólo veo un grupo de Ganga coronada (Pterocles coronatus), y algunas Collabas yebélicas (Oenanthe leucopyga), pero ni rastro de las moteadas.
Los pteroclidos son aves de costumbres fijas por lo que no resulta complicado encontrarlas siempre y cuando quede agua en aquellos puntos donde se concentran para beber. Quizá ésta sea la especie más fácil de encontrar, aunque los mayores bandos correspondieron a la Ganga ortega (Pterocles orientalis)
Tras éstas primeras horas de recorrido llego a uno de los lugares más espectaculares del desierto. El Oasis Sacrée, el Oasis Sagrado. Es otro magnífico vergel donde existe un ojo (pozo-nacimiento), con un bonito palmeral donde hay incluso carrizo. Aquí se ha asentado una familia de nómadas que se han apoderado de una parte importante de éste oásis cercándolo con un muro de adobe. Me parecía un lugar tan mágico que me moría de ganas de escudriñar cada rincón. Ralmente no hay que moverse mucho para ver la aves del lugar, basta con sentarse a esperarlas un rato frente al charco permanente que hay junto al ojo.
Al poco comenzaron a acercarse a beber terreras (Ammomanes sp), Collalbas yebélicas (Oenanthe leucopyga), Zarcero bereber (Iduna opaca) y la que más me sorprendió de todas, una Abubilla (Upupa epops). También Cuervo desertícola (Corvus ruficollis) y Tórtola senegalesa (Streptopelia senegalensis). Aunque realmente, la verdadera joya de éste oasis ha sido encontrarme con un grupito del escaso Gorrión sahariano (Passer simplex), compuesto de 2 machos y 9 hembras.
Si desde aquí tomamos dirección Sur, (por alguna pista que no conozco), a 13 kilometros encontraríamos las dunas de Cheagaga, donde existe la mayor extensión de Ergs del país y también la duna más alta, con 300 metros. Quizá las visite en una próxima ocasión. Continuando la pista paso por algunos pequeños asentamientos nómadas. Me paro en repetidas ocasiones, pues llevo una caja de zapatos de niño que voy repartiendo cada pocos kilometros. Finalmente llego a un nucleo de casitas, se tratade Zaouia-Sidi-Abd-en-Nebi. Desde aquí, si tomamos dirección Sur unos pocos kilometros, llegaríamos a IRIKI, una antigua laguna estacional cuya extensión variaba en función de las precipitaciones. Hace años que está seca pero recuerdan los ancianos del lugar que hace 40 años llegaba a tener una profundidad de hasta 3,5 metros y que la cantidad de aves migratorias que albergaba en algunas épocas se podía contar por millones. Recuerdo que mientras me contaban ésto y yo me lo imaginaba se me pusieron los vellos como escarpias... ufff !!!!! Desde la aldea donde me encuentro continúo unos kilometros dirección Foum-Zguid. Al poco me encontraba circulando por un terreno totalmente diferente al que vengo pisando desde hace horas. Ahora se trata de una planicie inmensa. Es de tierra blanda. No hay piedras ni árboles ni oueds....Son las estribaciones del extremo Norte de lo que un día fué la gran laguna de IRIKI. Después de 9 horas y con la espalda molida, llego a Foum-Zguid. No tengo mucho tiempo, así que apuro el tiempo para llegar en 2 horas más a Ouarzazate.
Al día siguiente estoy a primera hora en la carretera, saliendo dirección Marrakech. Tomo la primera pista que sale a la derecha y que tras unos pocos kilómetros debe llegar a la población de Ait Benhaddou. Ésta zona resulta especialmente interesante para intentar localizar de nuevo a la Collalba magrebí (Oenanthe halophila), aunque en ésta ocasión no hay suerte, sí se ven fácilmente sus primas, la culirroja, desértica y yebélica. Además de constantes grupos de de Camachuelo trompetero (Bucanetes githagineus), y grandes bandos de Ganga ortega (Pterocles orientalis), después de las 300 dejé de contar. Desde aquí decido (improvisaba parte de la ruta sobre la marcha) dar un rápido paseo por el Alto Atlas, así que me dirijo dirección norte hacia Ait-Ourir, pasando por el puerto del Tizi-n-Tichka (2260 m). Finalmente entro en el valle de Ourika, uno de los más bonitos y pintorescos que conozco, és sin duda uno de mis lugares preferidos en todo el país.
Llego a Oukaimeden. Hace mucho calor, aún así me sorprende bastante no encontrar Camachuelo rosado (Rhodopechys sanguineus) y Alondra cornuda (Ermophila alpestris). En ésta zona lo que más me interesa es cruzar desde Oukaimeden hasta Asni, bajando una pista que pasa por uno de los bosques más impresionantes del país. És un magnifico bosque de Sabinas centenarias (Tetraclinis articulata) que hasta ahora se conserva relativamente intacto pues en otras partes del país el recurso de la leña ha hecho estragos en algunas masas boscosas.
Éste espectacular bosque de montaña, en la parte más baja, da paso a otro de jóvenes Encinas (Quercus ilex). Ya en el valle, en un descanso junto al camino, localizo un halcón sobre mí, en lo alto de una peña. Me paré a disfrutarlo con el tele, se trata de un Halcón peregrino (Falco peregrinus). Se hace relativamante común en la costa Norte pero aquí, en el interior ésta considerado bastante raro. Al poco de éstar observandolo inició un picado, y en un vertiginoso lance, pasó sobre mi cabeza y continuó llegando hasta el fondo del valle donde debía haber algún bulbul. Disfruté aquel magnífico lance en primera fila...
Recordé en ése momento una espectacular escena que viví en ése mismo lugar hace años junto a 3 amigos: un Águila azor perdicera (Aquila fasciata), capturó junto a una vivienda una gran gallina. Mientras volaba a rás de suelo con su pesada presa entre las garras e intentando con dificultad ganar algo de altura, un niño corría tras de ella agitando los brazos y dando voces, suponemos, reclamando su gallina a la oportuna rapáz...
Al día siguiente decido salir del Atlas para dirigirme a la costa. Para ello tuve que pasar por otro de los puertos más espectaculares del país, el Tizi-n-Test. Es una verdadera aventura conducir por ésta carretera y al mismo tiempo intentar fijarse en cualquier pajarillo que se cruce. Las sinuosas curvas y los incontables camiones Mitsubishi modelo “multicolor” que se cruzan de frente impiden que te puedas fijar en otra cosa que no sea la condución.
Ya en el fondo del valle se descubre uno de los bosques adehesados de Argán (Argania spinosa) más extensos del país que permanece en el paisje a lo largo del recorido que transcurre en la vertiente sur del valle del Oued Souss. En ésta dehesa, se ven constantemente dos alcaudones, el Alcaudon común (lanius senator) y Alcaudon norteño (lanius excubitor elegans).
Pasando por Taroudant llego a Agadir. Aquí tomo dirección Sur con destino Parque Nacional de Souss Massa, a unos 60 km. Con sus 33.800 hectareas creo que éste parque és una de las joyas de Marruecos por su biodiversidad, situación geográfica y estado de conservación, aunque los peligros que le acechan son constantes y potencialmente muy destructivos. El terreno es en su mayor parte de origen sedimentario, cuaternario, con dunas vivas o fijas y areniscas y depósitos aluviales con afloramientos de costras calizas en varios puntos del Parque. En la misma entrada del parque puedes contratar un guia si és la primera vez que lo visitas. No és necesario para poder ver a los Ibis eremita (Geronticus eremita) aunque yo creo que és importante que los tengamos en consideración, pues el potencial ornitológico del lugar se ve así reflejado en un recurso económico para la población local, revirtiendo finalmente en su conservación. Yo estuve con M´Jat Lahcen (071 05 31 29)
La población de ibis en ésta colonia (Tamri y Souss Massa) se estima en unos 250 individuos. És éste el único lugar del planeta donde se considera una población salvaje y hasta ahora la única viable.
Desde 2004 se han estado reintroduciéndo hasta 215 ejemplares en el sur de España (en la provincia de Cádiz) con el fin de conseguir su reproducción en libertad y devolver este ave a la fauna autóctona de la Península Ibérica, 500 años después de su extinción en esta parte del mundo. El proyecto tuvo éxito y el primer episodio reproductor natural se dió en 2008 en unos acantilados del P.N La Breña y Marismas de Barbate.
En la misma playa pude ver un grupo de unos 80 ibis volando. Una vez tomaron tierra en las dunas de la parte alta, se dividieron en varios grupos. Me senté cerca de uno de ellos y comprobé la relativa indiferencia que muestran éstas aves ante la presencia humana, pues mientras caminaban por la playa llegaron a pasar a escasos 5 metros de mí.
Más tarde confirmé lo ligada que está ésta colonia al ámbito urbano al ver un grupo de 12 ibis posados en el cable de un tendido eléctrico en pleno pueblo de Sidi-bou-Mediane.
Con las últimas luces del día veía pasar sobre mi cabeza bandos de ibis en formación que se dirigían a los acantilados, seguramente los mismos donde tienen establecia la colonia de cría. Al día siguiente iba a dedicar algunas horas a buscar otras especies.
No tardé en encontrar al famoso Chagra del Senegal (Tchagra senegallus). Pude ver varios en los arbustos de la misma desembocadura del Souss. Su canto és algo que lo descubre aunque se oculte en la espesura. Más tarde recorriendo el embalse de Youssef ben Tachfine pude ver dos más mientras buscaba al esquivo Alzacola rojizo (Cercotrichas galactotes).
Finalmente no apareció el escaso ruiseñor, sin embargo sí que lo encontré en los alrededores de Masa, en una zona de transición entre cultivo y carrizal. De regreso a la playa recorro un tramo donde la malla metálica proteje la zona de reserva a mi izquierda. Aquí he visto jóvenes de Carraca (Coracias garrulus), la subespecie de Mochuelo europeo (Athene noctua glaux), muy parecido al nuestro, posiblemente un poquito más claro. También mi primer Halcón de tagarote (Falco pelegrinoides) en éste viaje, notablemente menor que su primo lanario.
Me ha extrañado bastante no ver Focha moruna (Fulica cristata), y tan sólo a 2 ejemplares de Cerceta pardilla (Marmaronetta angustirostris) en todo el recorrido. Aunque realmente en unas pocas horas que estuve en éste parque pude ver otras muchas especies: Crialo europeo (Clamator glandarius), grupo de 50 Espátulas (Platalea leucorodia), grupo de 30 Moritos (Plegadis falcinellus) junto con algunos ibis, Martín pescador (Alcedo athis), Garza imperial (Ardea purpurea), Alcaravan común (Burhinus oedicnemus), Cistícola buitrón (Cisticola juncidis), Zarcero bereber (Iduna opaca), Tarabilla comun (Saxicola torquata), Cormoran grande (Phalacrocorax carbo maroccanus) Cetia ruiseñor (Cettia cetti) , Andarrios chico (Actitis hypoleucos), Alcaudon norteño (Lanius excubitor algeriensis), etc...
Salgo de Souss Massa para dirigirme a Tánger, pues se acerca el final de mi viaje. Aunque me lo voy a tomar con calma ésto de regresar a España, así que decido parar en Essaouira.
Por el camino hacia el Norte he encontrado unos paisajes muy bonitos de las playas puesto que he tomado la carretera que recorre la costa. Mientras paso por un bosque de Arganes entre Tamanar y Essaouira vuelvo a ver varios ejemplares de Alzacola rojizo (Cercotrichas galactotes) que se me cruzan en la carretera.
Y por fín, Essaouira, la ciudad más chill out de todo Marruecos. Ésta población parece una composición armoniosa de diferentes géneros, culturas, razas y tendencias.
En su bahía vemos la isla de Mogador, donde desde hace muchos años hay establecida una colonia de Halcón de Eleonora (Falco eleonorae), una de las más importantes del Atlántico.
Al día siguiente a primera hora está lloviendo, pero yo salgo en busca de los halcones. Por éstas fechas ya deben de haber pollos en el nido, por lo que los halcones van y vienen constantemente a cazar al bosque que se extiende tras la playa. Una zona muy buena para verlos és el Oued Ksob. Allí encontré un gran eucalipto en el que pude contar 8 halcones. En las torres de los tendidos se ponían en grupos de tres y cuatro. No se movían de sus perchas, estaban esperando que amainase la lluvia, y yo también, para poder verlos volar.
Al rato salió el sol. Viéndolos ir y venir a lo argo del Oued me tropecé con otra sorpresa: Garceta dimorfa (Egretta gularis). La primera que veo, aunque ya tenía conocimiento de que aquí se veía.
Vaughan (1961) ha estudiado muy bien ésta colonia de Halcones de Essaouira. Allí la época de la reproducción coincide en el tiempo en que los migradores otoñales, igual que sucede en las islas Baleares, viajan hacia el Sur buscando sus zonas de invernada en África. Así los jóvenes halcones que nacen a partir de la mitad de agosto y vuelan en la última semana de septiembre y primeros días de octubre, son alimentados por los adultos casi exclusivamente con los pequeños migrantes. En los exámenes de restos de presas hallados en las colonias se ha podido comprobar que el 99% de ellos correspondían a especies migradoras y el resto a residentes. Normalmente el Halcón de Eleonora mata más pájaros de los que necesita y forma con ellos auténticas «despensas» cerca de los nidos tan pronto como nacen sus pollos. Algunos de los pájaros apresados no llegan a ser siquiera tocados y se pudren allí. Otros son decapitados y parcialmente desplumados. En general sólo las partes traseras, la cola y las patas, son las que quedan abandonadas en las «despensas», que suelen estar en una pequeña oquedad de las rocas o bajo un arbusto que crece en el acantilado. La forma de colocarlas allí es muy curiosa y siempre están con la cola y patas hacia afuera y muy geométricamente ordenadas como si de una exposición se tratara. También se pueden encontrar restos de presas en otros lugares de la colonia ya no tan bien ordenados como en aquellas «despensas». Esta masiva captura de pájaros han supuesto para los ornitólogos una considerable ayuda en el descubrimiento de las rutas de pequeños migrantes que antes no se conocían con seguridad. El examen de los restos de presas efectuados en Essaouira determinó una sorprendente cantidad de buscarlas pintojas Locustella naevia con lo que parece quedar aclarado que este pequeño pájaro realiza su migración otoñal, pasando desde el sudoeste de la Península Ibérica hasta el noroeste africano y siguiendo la costa oeste de este Continente.
He salido más tarde de lo previsto. Ya está oscureciendo, de repente algo en medio de la carretera, cruzando lento. És una enorme Tortuga mora (Testudo graeca). Bajo para retirarla de la carretera y al cogerla aprecio su tamaño, pesa cerca de dos kilos. La pongo al resguardo de la carretera dejándola en el campo al que se dirigía, una zona de cultivo. Un vendedor, alertado por mi frenazo se acercaba hacia mí apresurado, y viendo mi respuesta ante la tortuga sonrió dando las gracias. Al reanudar la marcha me vino a la mente imágenes de los zocos de la medina en Marrakech, donde entristece mucho ver acinadas en pequeñas jaulas cientos de éstas tortugas.
Ya voy con el tiempo muy justo. Pero antes de llegar a Larache estaba amaneciendo, y sin darme cuenta, como atraído por un himán, mi coche se sale de la autovía dirección Moulay Bousselham, vaya que casualidad.... estoy en la reserva de Merja Zerja. Ésta parada no estaba prevista pero no pude resistirme a visitarlo, aún me quedan un par de horas para no perder el ferry de las 12.00 h. Recién amanecido, desde la misma carretera que lleva al pueblo veo un grupo de 50 Moritos (Plegadis falcinellus) en un campo encharcado.
Se calcula que durante los meses del invierno, esta reserva acoge casi 200.000 aves migratorias procedentes del norte de Europa. Aquí, además, se puede ver una de las joyas de la fauna marroquí, el Buho moro (Asio capensis). Yo no pude verlo en ésta ocasión pues apenas tenía un rato a primera hora para dar un paseo por la parte norte de la laguna, y la zona donde poder verlo queda a un buen rato, en la parte Sur. De hecho para asegurarse ver ésta rapaz lo ideal és llamar Hassan Dalil (0668434110) conocido por todos los ornitólogos que quieran contar con un guía de dilatada experiencia en éste lugar.
Sí que ví sin embargo algunos "bichos" que me gustaron mucho: bandos de Ostrero común (Haematopus palliatus), uno de ellos albino, bastantes agujas, colipinta (Limosa lapponica) y colinegra (Limosa limosa), algunos Zarapitos trinadores (Numenius phaeopus) y un espectacular bando de 150 Zarapitos reales (Numenius arquata) en una de las islas, también los sternidos Charrán común (Sterna hirundo), patinegro (Sterna sandvicensis) y bengalí (Sterna bengalensis), Pagaza piquirroja (Hydroprogne caspia) y piconegra (Gelochelidon nilotica), Chorlito gris (Pluvialis squatarola), Vuelvepiedras común (Arenaria interpres) y los laridos habituales: Gaviota patiamarilla (Larus machahellis), sombría (Larus fuscus), picofina (Chroicocephalus genei), reidora (Chroicocephalus ridibundus) y de audouin (Larus audouinii).
Bueno, ahora si que me marcho definitivamente, y considero finalizada la ruta pajarera, pero no el viaje, aún debo llegar a Elche.
Finalmente hago un balance de mi viaje. No me paro a contar el número de especies que he visto, me dá igual, pero supongo que unas cuantas, lo que sí que me alegra és que me quedan muchas otras que aún no he visto, así tengo la excusa para volver, seguramente la próxima navidad a pasar el fín de año en el desierto como ya hice el Diciembre pasado.
Me he quedado con ganas de poder ver algún pajarillo, como la Prinia desértica (Scotocerca inquieta) y algún pteroclido que no he buscado lo suficiente como la Ganga de Lichtenstein (Pterocles lichtensteinii). Queda tanto por ver... en fín, inshalá que éste atípico report pueda ayudar a quien busque información de pajareo por Marruecos.
De regreso a España paro en Coín (Málaga) donde descansaré hasta el día siguiente en la que ya considero mi segunda casa. La casa de mi amigo Teo Todorov. Gracias Teo, tienes razón, los melones de Larache están buenísimos.
De regreso a Elche me invadió la típica sensación de nostalgia que te hace retroceder una y otra vez a momentos vividos en el viaje donde las pequeñas sensaciones han cobrado una magnitud inusual, y donde nos acordamos de tantos y tantos compañeros...
Espero que te haya gustado. Hasta pronto.
Tony Peral
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Equipo utilizado:
Nikon D300s
Teleobjetivo Nikon 70-210mm VR f/2.8
TC Nikon x1.4
Telescopio Zeiss FL85 + tripode
Prismáticos Zeiss Victory 10x42
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