La intensa labor de localización de tendidos peligrosos para las aves, tanto en el entorno del área litoral de reintroducción de los pigargos liberados, entre Asturias y Cantabria, como en los embalses de la Cordillera Cantábrica donde se han asentado algunos ejemplares, se ha traducido en la corrección de más de trescientos apoyos eléctricos. La colaboración de compañías como EDP e Iberdrola ha sido fundamental.
Los ejemplares de pigargo europeo (también llamado águila marina de cola blanca), reintroducidos por GREFA bajo el Proyecto Pigargo son verdaderos centinelas de los ecosistemas húmedos de la cornisa cantábrica. Todos los individuos fueron liberados con emisores GPS que nos ayudan, entre otras cosas, a conocer sus movimientos y los territorios que seleccionan, así como las amenazas a las que se enfrentan.
Como en el caso del águila de Bonelli o perdicera, hasta el momento la principal causa de mortalidad de los pigargos liberados es la electrocución, factor que se presupone antes de las primeras sueltas. Por este motivo se decidió solicitar la colaboración de la compañía EDP en la modificación de tendidos eléctricos en la zona de reintroducción del Proyecto Pigargo, en la costa oriental asturiana, y en zonas aledañas de Cantabria. Es una medida que se ha demostrado más que útil, ya que en el entorno de liberación de los pigargos no ha muerto ni un solo ejemplar debido a esta causa, pero tampoco otras aves, lo que confirma la eficacia de este tipo de actuaciones.
Recientemente, la empresa Iberdrola ha pasado a formar parte de esta colaboración gracias a las correcciones que se han iniciado en uno de los embalses de la Cordillera Cantábrica frecuentados por los pigargos. Tanto con EDP como con Iberdrola GREFA viene trabajando en la corrección de tendidos eléctricos peligrosos para las aves desde hace años a través de diferentes proyectos. Estas colaboraciones no surgen de la nada. Es preciso explicar que, tras los movimientos dispersivos de las aves liberadas, el equipo del Proyecto Pigargo ha dedicado tiempo y esfuerzo a recorrer los tendidos eléctricos de los nuevos territorios seleccionados por los pigargos. Gracias a estos recorridos se han encontrado numerosas aves de diferentes especies electrocutadas que evidencian este problema y se han inventariado los apoyos eléctricos para tener una imagen de la peligrosidad del lugar.
En el caso de descubrir la electrocución de alguno de nuestros pigargos o cualquier ave que nos encontremos muerta por la misma causa, la colaboración con los agentes medioambientales de la zona es total. Existen protocolos para informar de estas incidencias, de manera que el cadáver del ave pueda ser levantado y trasladado para realizar la necropsia. De confirmarse que el ave ha muerto electrocutada, lo deseable y lo que viene siendo habitual es que acabe modificándose el tendido causante de la electrocución.
En dos embalses cantábricos
Así es como una corneja electrocutada encontrada por nuestro equipo ha sido clave para que se iniciase la corrección por parte de la compañía eléctrica EDP de unos quince kilómetros de tendidos eléctricos en uno de los embalses cantábricos frecuentados por los pigargos. En este tramo se han modificado más de 160 apoyos con el uso de alargaderas y preformados aislantes para evitar nuevas muertes de aves.
No siempre resulta tan sencillo corregir un determinado tramo eléctrico y así sucedió en otro de los embalses que utilizan los pigargos. En este lugar se detectaron a principios de este año dos pigargos electrocutados, en concreto "Pindal" y Ventolín". Tras este lamentable evento, los trabajos realizados por el Proyecto Pigargo concluyeron con la localización de cinco buitres leonados y dos milanos reales muertos por electrocución en diferentes zonas del tendido causantes de estas bajas. Lógicamente, el siguiente paso era corregir esta instalación, pero a veces la burocracia asociada a este tipo de actuaciones ralentizan la aplicación de medidas tan urgentes y necesarias.
Por fin el pasado octubre nos llegaba la gran noticia de que la corrección del letal tendido había empezado por parte de Iberdrola. Suponemos que estos trabajos se alargarán en el tiempo, pero al menos cuando concluyan servirán para evitar nuevas muertes en este punto negro para la avifauna.
En tres comunidades autónomas
En total, son más de trescientos los apoyos corregidos hasta la fecha gracias a los trabajos realizados por el equipo del Proyecto Pigargo en cuatro áreas diferentes (incluida la propia zona de reintroducción), situadas en tres comunidades autónomas: Asturias, Cantabria y Castilla y León. Estas medidas son beneficiosas para todas las aves que conviven día a día con los pigargos liberados, como águilas pescadoras, aguiluchos laguneros, buitres leonados, alimoches o cigüeñas.
La localización de los tendidos peligrosos para las aves con el objetivo de que sean corregidos, en las zonas por las que más se mueven o están asentados los pigargos liberados, ha sido y seguirá siendo una prioridad absoluta dentro de nuestro proyecto. Para esta labor que merece una dedicación constante no queremos dejar de agradecer todo el apoyo que nos están prestando los voluntarios del Proyecto Pigargo.
Preguntas y respuestas sobre el Proyecto Pigargo:
https://www.grefa.org/proyectosgrefa/preguntas-y-respuestas-sobre-el-proyecto-pigargo.html
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