A comienzos de Enero, y aprovechando los días de temperaturas más suaves, algunas de nuestras parejas ultiman los detalles para las primeras puestas. Hemos presenciado intentos de cópulas en parejas sin experiencia y numerosos aportes de ramas a las plataformas.
La pareja de la que os mostramos un video es una de nuestras esperanzas para el futuro. Él, nacido en 2007. Ella, nacida en 2009. Ambos procedentes de Andalucía. El macho se afana en la fabricación de un lujoso nido de pino, e incluso “excava” un cuenco: ¡no se lo podría poner más fácil a su pareja! Ella observa con atención ya que pronto tendrá que contribuir a este tipo de tareas con más entusiasmo.
El macho, además, la alimenta a diario en el nido, como intentando convencerla de que ese es su hogar, el núcleo de su vida como pareja. La hembra aún desconfía un poco: presenta todavía ese instinto de competencia que caracteriza a los jóvenes de esta especie y le extraña que ese ejemplar la trate con tanta atención.
Pareja en el nido
Aporte de comida al nido
La experiencia recopilada durante estos años de proyecto nos ha enseñado que en cautividad las cosas siempre van más despacio, esta especie en particular parece madurar más lentamente que en el campo, dándose las primeras reproducciones a edades tardías. Pero los proyectos de cría en cautividad son inversiones a largo plazo: ¡tendremos que armarnos de paciencia!