Finales de mayo y junio suponen un incremento muy considerable del trabajo en el área de cría en cautividad. Especialmente cuando los cernícalos primillas comienzan a nacer por decenas y llenando la nursería.
Lo mismo ocurre con las lechuzas por lo que entrar en la nursería supone acceder a un guardería donde el piar y los bufidos de lechuzas y primillas en ocasiones desesperan a los responsables de cría ( Sara, Ana y los voluntarios que colaboran con ellas) que no dan abasto para alimentar a los insaciables pollitos.
Lo bueno de ello es que en pocas semanas irán a los lugares de sueltas ( primillares y hacking) formando parte de los programas de reintroducción y reforzamiento de ambas especies.
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