En la segunda semana de febrero hemos retirado la primera puesta, que la más emblemática de nuestras parejas de perdiceras había realizado unos días antes. De esta manera provocamos que realicen una segunda puesta con lo que aumentamos los pollos que nacerán en nuestras instalaciones.
Tres años de éxito en la reproducción de una de las más amenazadas de nuestras águilas y fruto del tesón de un equipo que ha conseguido no sólo la reproducción en cautividad de una especie tan compleja etológicamente como el águila perdicera, también la liberación de los ejemplares nacidos.
Más de diez años de trabajo de GREFA están dando sus frutos para los trabajos exsitu contribuyan a la conservación de una especie tan amenazada como el águila-azor perdicera que cuenta con poco más de 700 parejas reproductoras en España. Un proyecto que cuenta con la colaboración directa de la FIDA, la Comunidad de Madrid y la Junta de Andalucía.
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