El trabajo que GREFA lleva a cabo con el galápago europeo no disminuye en esta época, ¡al contrario! Más de cincuenta huevos de esta especie amenazada se están incubando de manera artificial en nuestras instalaciones de cría en cautividad. Se trata de un proceso delicado, desde que se identifican y revisan las hembras grávidas del stock reproductor, hasta que los pequeños huevos eclosionan tras aproximadamente 60 días de incubación.
La incubación artificial nos permite vigilar el desarrollo embrionario, asegurar unas condiciones de incubación adecuadas e, incluso, prever el sexo de las crías, ya que en esta especie depende de la temperatura de incubación. A principios de septiembre eclosionarán los primeros huevos, dando comienzo a una segunda etapa, no menos delicada, hasta que las crías tengan el tamaño suficiente para ser puestas en libertad en su medio natural.
Esperamos con ilusión las próximas semanas, que nos permitirán pensar en el futuro de esta especie tan amenazada con optimismo renovado. ¡Seguiremos informando!
Revisión con ovoscopio de un huevo de galápago europeo.