Con la llegada de la primavera el trabajo se intensifica dentro del proyecto de conservación y recuperación del galápago europeo que desarrollamos desde GREFA, no solo para cuidar a las primeras tortugitas del año que van naciendo, sino también para preparar la nueva época de reproducción y la liberación de los ejemplares juveniles. Por suerte, este año ha comenzado con abundantes precipitaciones y ya se sabe: “Año de nieves, año de bienes”.
Las lluvias de las últimas semanas, junto a algunos días de temperatura favorable, han permitido que comiencen a emerger los neonatos de galápago europeo de incubación natural en GREFA. Nos referimos a las tortuguitas que ya han eclosionado de las puestas enterradas en el recinto al aire libre del que disponemos para esta especie amenazada, recreando las propias condiciones de su hábitat natural.
A medida que vayan naciendo, los neonatos se trasladarán al programa de “recría”, para que puedan desarrollarse en condiciones óptimas hasta el momento de la liberación en los próximos meses en sus hábitats naturales de la Comunidad de Madrid.
El galápago europeo es un reptil muy amenazado y, en ciertos aspectos, muy singular. Las hembras de esta especie realizan la puesta en verano y el sexo de los neonatos vendrá determinado por la temperatura de incubación, ya que carecen de cromosomas sexuales. Las eclosiones pueden producirse a finales de verano pero, si las condiciones ambientales no son favorables, los neonatos pasarán el invierno dentro del nido para emerger a la primavera siguiente.