Nuestra preocupación por las especies con las que trabajamos no concluye con la liberación del animal. En el caso de un reptil tan amenazado como el galápago europeo, que como sabéis es objeto de un proyecto de cría en cautividad y recuperación por parte de GREFA, estamos desarrollando importantes esfuerzos para dilucidar qué ha pasado con los ejemplares liberados. Y lo que estamos descubriendo es de lo más motivador.
La cría en cautividad aplicada a especies amenazadas puede ser una herramienta conservacionista de gran utilidad. Pero es fundamental evaluar su efectividad realizando un seguimiento de los ejemplares liberados en su momento para crear o reforzar poblaciones de la especie con la que se trabaja. Por eso, durante el año 2017 GREFA llevó a cabo una intensa labor de recaptura de las decenas de galápagos europeos juveniles que hemos liberado en años anteriores, en el contexto del proyecto de recuperación de este reptil que llevamos a cabo en la Comunidad de Madrid. Los datos obtenidos arrojan una tasa de recaptura que superó el 50%, un dato muy favorable.
El año 2018 no podía ser menos y seguimos obteniendo datos muy alentadores. Hemos podido capturar algunos juveniles que nunca habían sido recapturados desde su liberación, además todos los ejemplares presentaban condiciones corporales y de salud óptimas. Por otra parte, hemos podido observar, con bastante certeza, el sexo de algunos de estos galápagos, tanto machos como hembras, los cuales ya son o están a punto de ser ejemplares subadultos.
Ahora toca analizar cuidadosamente todos los datos recogidos para continuar evaluando los resultados de nuestro programa de cría en cautividad del galápago europeo y, no menos importante, para recabar información acerca de la adaptación y comportamiento de los ejemplares liberados a largo plazo, ya que existe poca bibliografía al respecto. Seguiremos observando de cerca a nuestros pequeñines, aunque en realidad... ¡de pequeñines ya tienen poco!