El inicio de la primavera nos trae buenas noticias para el galápago europeo ya que, al igual que en años anteriores, ya han comenzado a emerger los neonatos de esta especie en nuestras instalaciones exteriores de GREFA. Se trata de crías procedentes de incubación natural que debido a las cálidas temperaturas de este mes se han animado a ir saliendo del nido.
Estos neonatos de galápago europeo serán incorporados a nuestro programa de recría con esta especie amenazada, donde se encuentran ya más de cincuenta ejemplares, a la espera de tener el tamaño adecuado para poder ser liberados en su medio natural. Como sabéis, con estas liberaciones estamos contribuyendo a reforzar las poblaciones silvestres de galápago europeo, principalmente en la Comunidad de Madrid, donde la especie está catalogada como "En peligro de extinción".
En el medio natural las hembras de galápago europeo pueden desplazarse varios kilómetros para realizar la puesta, normalmente durante las noches del mes de julio. En el lugar escogido la hembra excava el nido con las patas traseras, ablandando antes el terreno con orina diluida y tapándolo posteriormente con gran habilidad. El número de huevos es variable, pero frecuentemente las puestas tienen entre 5 y 9 huevos de forma elíptica y color blanco, de los que emergerán neonatos de tan solo unos 4 o 5 gramos de peso.
Cada neonato tiene una pequeña protuberancia localizada en la mandíbula superior para poder romper la cáscara del huevo desde dentro, que se les caerá al poco tiempo de nacer. Por suerte, a la hora de salir del huevo la cáscara es mucho más débil que cuando comienza el desarrollo y parte de su calcio habrá sido utilizado por los embriones durante el desarrollo.
Pero, si una vez fuera del huevo, las condiciones ambientales no son favorables para salir del nido, los neonatos son capaces de permanecer en él hasta la primavera siguiente, como ocurre con frecuencia en la Comunidad de Madrid y como hemos podido comprobar un año más con estos pequeñines.