Coqueteos de Oriol y Nouanda, buitres negros¿Quién puede negar, a estas alturas, que los animales poseen sentimientos? Quizá solo seres insensibles, como algunos humanos.

Ahora bien, que además de sentimientos sean capaces de desarrollar una vida sentimental, rica en matices y experiencias, parece mucho más difícil de admitir.

Lo curioso es que, a través del seguimiento diario e individualizado de los buitres negros que componen la colonia de Boumort-Alinyà, estamos descubriendo aspectos de su comportamiento que desmontan tópicos arraigados, como la supuesta fidelidad entre los componentes de cada pareja o la estricta monogamia que rige su estrategia reproductiva. En definitiva, elementos que, salvando las distancias, podríamos llamar la vida secreta de los buitres negros. ¡Su historia sentimental, en fragmentos sin guión que van sucediendo ante nuestros ojos, día a día!  

Y para muestra, un botón. O mejor dicho, tres. Tres capítulos sobre tres casos observados hace bien poco y que implican a tres parejas formadas, total o parcialmente, por individuos liberados gracias al proyecto de reintroducción del buitre negro en Pirineos.

En primer lugar, Nouanda y Oriol. Son dos ejemplares inmaduros nacidos el mismo año (2009) pero de origen muy diferente. Ella es francesa, nacida en Cèvennes y viene cada año al área prepirenaica de Boumort-Alinyà para pasar el invierno. Mientras que él es hispano y fue liberado en Boumort en 2010, donde reside desde entonces. Establecieron un vínculo afectivo durante el otoño-invierno pasado y todo nos hacía imaginar que un individuo exógeno se incorporaría por fin a la colonia. Pero, justo cuando más entusiasmados estábamos, buscando incluso el posible nido que pudieran regentar en una zona querenciosa y de muy difícil acceso, Nouanda desaparece de la noche a la mañana, el 13 de febrero.

¿Qué le ocurrió a Nouanda? ¿Tuvo algún percance que desencadenó la ruptura? ¿Se marchó de regreso a Francia, sin conseguir que le acompañara Oriol? ¿Hubo celos, engaños, peleas? ¡Quién sabe!   
¡La sorpresa llegó apenas una semana más tarde, cuando vimos que Oriol se había emparejado con Neus, una hembra afincada en Alinyà que solo visitaba Boumort en ocasiones! ¿Buscando macho, quizá?

Y, ni cortos ni perezosos, ambos ejemplares se estaban instalando en una de las plataformas artificiales que habíamos reacondicionado en noviembre de 2012, para iniciar así la reproducción. ¡Qué maravilla!

Hay que señalar que los buitres negros de Cèvennes, a diferencia de los que se liberan en Boumort-Alinyà, no llevan emisor. Por eso no teníamos ni idea de lo que le había pasado a Nouanda. Por fortuna, en Cèvennes disponen de una red de observadores y voluntarios mucho más consistente que la nuestra y que suple la carencia de emisores. Así, hace bien poco recibimos la confirmación de que Thierry David, de la LPO, había avistado a Nouanda el 14.3.2013 en un comedero cercano a su nido natal, poniéndole así el punto ¿final o suspensivo? a este primer capítulo sobre la vida secreta de los buitres negros.

Mario
Equipo de trabajo de Boumort-Alinyà