Las casualidades existen y más a menudo de lo que nos creemos, baste como ejemplo lo que nos ocurrió el pasado 22 de marzo. Ese día teníamos en la sede de GREFA un encuentro de formación con agentes medioambientales, bomberos, policías y guardia civiles, donde se les forma en materia de identificación y manejo de fauna salvaje. Entre los asistentes apareció Mace, un conocido nuestro que estuvo preparándose para ser anillador de aves y que es bombero. Leed lo que pasó a continuación.
Fue Mace quien nos comentó (y aquí va la primera casualidad) que había leído una anilla metálica el pasado 25 de febrero de una gaviota sombría en Madrid Río, cerca del estadio Vicente Calderón, concretamente entre el puente de San Isidro y el puente de Andorra. Acto seguido nos preguntó si ese ave podía haber sido paciente de nuestro hospital de fauna.
Cuando Mace nos leyó la anilla... ¡Casualidad, sí que era nuestra! El ejemplar procedía del Centro de Protección Animal de Ayuntamiento de Madrid, ingresó en nuestras instalaciones con síntomas de botulismo a principios de 2014 y fue liberada tras unos veinte días de permanencia con nosotros, ya recuperada para ser devuelta a la naturaleza.
La primera casualidad es que Marce lea la anilla metálica de esa gaviota sombría, la segunda es que este bombero haga el curso formativo con nosotros, la tercera que se encuentre con el anillador de GREFA y la cuarta que el ave fuese marcada por nosotros. Gracias a estas personas que son observadores del medio natural conseguimos información valiosísima para valorar nuestro trabajo y os podemos contar este tipo de casualidades, que de alguna manera también forman parte de nuestra vida.