Un año más afrontamos la campaña de los aguiluchos con el objetivo de reducir la mortalidad de éstas singulares rapaces que se reproducen en el suelo, entre el cereal que les protege y les da cobertura.
Cada año un nutrido grupo de voluntarios coordinados por los naturalistas de GREFA se encargan de localizar los nidos y determinar si por la fecha de puesta y la eclosión de los huevos y desarrollo de los pollos habrá que intervenir en el periodo de cosecha mecanizada del cereal.
Y un año más y gracias a este trabajo decenas de pollos se salvarán, contribuyendo decisivamente a conservar unas especies (el aguilucho cenizo y el pálido) que están sufriendo una alarmante regresión.
Y un año más ante la negativa de la Consejería de Medio Ambiente de apoyar económicamente la conservación de estas especies y elaborar una estrategia poco onerosa y cuyos resultados son más que evidentes como lo hemos ido demostrando en estos años con los informes que les hemos remitido y que desgraciadamente caen en saco roto.
Esa miopía les impide ver que estas campañas en las que se trabaja directamente con los agricultores, sostienen y mantienen en el tiempo las parejas reproductoras en las zonas donde trabajamos (Corredor de la Sagra), mientras que en aquellas donde no llegamos, las parejas están disminuyendo año tras año de una manera alarmante ( ZEPA cerealista de los ríos Jarama y Henares).
Este año la campaña cuenta con la participación de Ecologístas en Acción Sierra Norte y Consultores en Biología en la Conservación que cubrirán zonas de la ZEPA cerealista madrileña.