Recién iniciada nuestra campaña anual de conservación de los aguiluchos cenizos en la Comunidad de Madrid, gracias a la red de colaboradores y voluntarios que hemos creado para ello, los indicadores que nos llegan sobre el estado de conservación de esta bella rapaz no son nada positivos. Esperemos que con la contribución de todos los que trabajamos con la especie y una mayor implicación de las Administraciones competentes podamos afrontar esta preocupante situación.
Es sabido que los aguiluchos cenizos crían en el suelo entre la cobertura que les proporciona determinados cereales como el trigo, la cebada o la avena. Y es sabido que durante la cosecha mecanizada de estas explotaciones se destruyen los nidos y se produce la muerte de cientos de pollos de la especie que todavía no tienen capacidad de volar. Y sin embargo cada año se produce la misma secuencia de una película a la que no hemos sabido dar un final feliz. ¿Cómo y por qué después de tantos años conociendo esto somos incapaces de cambiar el guión?
Lo cierto es que los aguiluchos cenizos disminuyen, están desapareciendo y en pocos años quizás no nos quede sino un vago recuerdo de su silueta sobrevolando las campiñas cerealistas en busca de roedores. Lo cierto es que la intensificación agrícola, la simplificación de los medios agrarios y el uso de herbicidas y plaguicidas están acelerando la primavera silenciosa. Y el silencio se deja oir...
Cada año por estas fechas iniciamos la campaña de conservación de los aguiluchos cenizos en la Comunidad de Madrid con la incertidumbre de saber cuántos regresarán de Africa a las zonas de reproducción que llevamos siguiendo y monitorizando desde hace quince años. En los últimos años estamos comprobando que son menos las parejas que acuden a las zonas de reproducción: un declive generalizado de toda la especie que ha puesto en máxima alerta a los grupos y entidades que trabajamos en toda España con esta singular rapaz.
Si a ello se suma que en los años de menos lluvias las cosechas se adelantan, que no hay lindes amplias que puedan ser refugios sustitutivos de los nidos y que los campos están yermos, la situación que se está dando esta temporada se vuelve más y más preocupante. Estamos trabajando para localizar parejas, territorios y nidos, hablando con agricultores y redefiniendo estrategias de conservación de los aguiluchos, evaluando la capacidad ecológica de los medios agrarios donde están los aguiluchos para sostener la biodiversidad y valorando la posibilidad de ejecutar determinadas medidas agroambientales.
Pero de momento se presenta con un panorama gris para el aguilucho cenizo….