Desde hace años venimos informando de que la población de aguiluchos cenizos en la Comunidad de Madrid estaba sufriendo una drástica disminución. Planteábamos a la Administración madrileña encargada de velar por la biodiversidad que era urgente acometer un Plan de Recuperación de esta rapaz, para lo cual primero había que revisar el catálogo regional de especies amenazadas con el fin de situarla en el estatus de “En peligro de extinción”. Todas estas reclamaciones han ido cayendo año tras año en saco roto y en 2018 nos planteamos realizar la campaña de conservación y salvamento de aguilucho cenizo contando con la colaboración y el patrocinio de la empresa CLH, pero sin el respaldo que deberíamos tener del Área de Flora y Fauna de la Consejería de Medio Ambiente y Ordenación del Territorio de la Comunidad de Madrid.
Recientemente una publicación firmada por investigadores del Museo Nacional de Ciencias Naturales advertía de la situación en la que se encuentran las aves ligadas a los medios cerealistas, más conocidas como aves esteparias, en la Comunidad de Madrid. Avutardas, sisones, gangas y aguiluchos cenizos han descendido en más del 50% sus poblaciones madrileñas en menos de un decenio. ¿Qué está pasando?, ¿por qué a pesar de los esfuerzos que estamos realizando no conseguimos que el aguilucho cenizo remonte el vuelo?
Son muchas las causas, pero también muchas las carencias en la gestión del territorio, como por el ejemplo la implantación de ayudas agroambientales que hagan compatibles la actividad agrícola y la conservación o el apoyo decidido a una agricultura con menos herbicidas, pesticidas y biocidas. Al menos podemos contar con la colaboración de algunos agricultores, cosechadores y propietarios de tierras agrícolas, con el apoyo de entidades como CLH y con la participación de voluntarios y colectivos que velan por la conservación de esta singular rapaz tan ligada y dependiente de los medios cerealistas.