Una de las dos poblaciones de aguilucho cenizo en territorio madrileño, la de la ZEPA de las estepas cerealistas, decrece más de un 70%. GREFA recuerda al Gobierno madrileño que en esta legislatura está desatendiendo gravemente a una especie amenazada.
26 de noviembre / De unas noventa parejas a principios de este siglo a 24 en la actualidad. Estas cifras reflejan el declive, superior al 70%, de una de las dos poblaciones de aguilucho cenizo de la Comunidad de Madrid. Se trata de la que cría en la ZEPA “Estepas cerealistas de los ríos Jarama y Henares”, espacio protegido por la Red Natura 2000 de la Unión Europea situado al este de la Comunidad de Madrid.
Según la asociación naturalista GREFA, esta situación se habría evitado si la Consejería de Medio Ambiente y Ordenación del Territorio de la Comunidad de Madrid no hubiese dejado de apoyar, como venía haciendo en legislaturas anteriores, la conservación de la población madrileña de aguilucho cenizo. En los últimos años GREFA se ha visto obligada a asumir por su cuenta la tarea de monitorizar el estado de conservación del aguilucho cenizo en la región e intentar paliar su precario estado de conservación
El aguilucho cenizo es un ave rapaz migradora que se mueve entre sus zonas de reproducción europeas y sus cuarteles de invernada en el África subsahariana. Muy vinculada a los espacios abiertos agrícolas, acostumbra a construir sus nidos en el suelo, a menudo en el interior de zonas de cultivos cerealistas. Tanto en la Comunidad de Madrid como a escala nacional, esta especie amenazada está catalogada oficialmente como "Vulnerable".
Cada año a finales de la primavera los voluntarios de GREFA se movilizan en la Comunidad de Madrid para censar al aguilucho cenizo, hacer el seguimiento de las parejas reproductoras en época de cría y, si es necesario, salvar a los pollos de esta especie que corren el peligro de morir aplastados por el paso de las cosechadoras de cereal, una de las principales amenazadas para esta rapaz. Tan solo en 2014 GREFA consiguió rescatar a más de cincuenta de estos pollos y devolverlos sanos y salvos al medio natural.
GREFA acaba de publicar el informe anual con los resultados de esta campaña y en sus conclusiones califica de “absoluta miopía” el hecho de que el Gobierno de la Comunidad de Madrid esté contribuyendo a la paulatina desaparición del aguilucho cenizo en la región. El informe ha sido enviado a Ricardo Riquelme, director general de Medio Ambiente de la Comunidad de Madrid, con una carta invitándole a que impulse y apoye las actuaciones necesarias para mejorar el estado de conservación de la especie.
Ayudas agroambientales: oportunidad perdida
Además de los aguiluchos cenizos que crían en la ZEPA “Estepas cerealistas de los ríos Jarama y Henares”, hay otra población reproductora de la especie en la región, la asentada en la comarca de La Sagra madrileña, en los términos municipales de Pinto, Parla, Valdemoro y Torrejón de Velasco. El trabajo realizado por GREFA de forma más intensiva y continuada en esa zona ha hecho posible que al menos se mantenga estable su población de aguilucho cenizo, estimada en unas treinta parejas. “Nuestra experiencia en La Sagra madrileña sirve para mostrar al Gobierno madrileño la respuesta positiva de esta especie a las medidas para favorecerla”, explica Fernando Garcés, secretario general de GREFA.
“Animamos a la Consejería de Medio Ambiente y Ordenación del Territorio a que asuma sus responsabilidades, lidere la conservación del aguilucho en la Comunidad de Madrid y no deje pasar oportunidades tan importantes para la especie como son las ayudas agroambientales”, declara Garcés. A diferencia de otras comunidades autónomas, Madrid no se ha acogido aún a las ayudas agroambientales que proporciona la Unión Europea en beneficio de aves ligadas a ambientes agrícolas como el aguilucho cenizo.
Descarga en pdf del informe sobre la campaña 2014 de conservación del aguilucho cenizo en la Comunidad de Madrid en:
http://goo.gl/6ThJNJ